La Habana, Cuba.- Para la inmensa mayoría de los especialistas y seguidores del deporte de las bolas y los strikes, la presencia del equipo de África entre los 16 contendientes del II Clásico Mundial solo responde a la necesidad de brindarle al certamen cierto carácter universal.

En tal sentido cabe destacar que en el continente negro, como muchos acostumbran llamarlo, el béisbol tocó las puertas en los años finales del siglo XIX, cuando un grupo de ciudadanos estadounidenses llegó al territorio de Sudáfrica (1895) atraídos por la fiebre del oro y se establecieron en la región de Transvaal.  

Según relata el historiadores Josh Chetwynd en la obra  A History of South African Baseball (Historia del béisbol en África del Sur), dichos inmigrantes fueron auténticos misioneros deportivos, porque llegaron con todos los implementos necesarios e incluso construyeron algunos terrenos.

En la provincia de Transvaal el novedoso juego llamó la atención de numerosos habitantes y hacia 1904 quedó fundado el primer equipo, pero la trascendencia apenas salió del entorno, pues poco tiempo después los ingleses posibilitaron el auge del fútbol.

Las experiencias derivadas de la participación de seleccionados africanos en los Campeonatos Mundiales (2005 y 2007), además del debut en el I Clásico, expandieron la práctica otros países vecinos como Camerún, Costa de Marfil, Ghana, Namibia y Zimbabwe, aunque a niveles elementales.

A simple vista, tan escasas credenciales ponen al conjunto dirigido por Rick Magnante en precaria situación frente a reconocidos rivales como Cuba, México y Australia, todos de extenso historial competitivo internacional.

El propio Magnante, un buscador de talento local para los Atléticos de Oskland, acepta la realidad y aún recuerda lo sucedido cuatro años atrás, cuando estuvieron a punto de ofrecer la gran sorpresa frente a Canadá: “Estuvimos muy cerca de vencer a los canadienses y eso hubiera sido grandes para nosotros. Resultó una experiencia fenomenal y ahora espero que podamos demostrar cuanto mejoramos en los últimos meses.

Un total de cinco jóvenes, cuatro de ellos lanzadores y el jugador de cuadro Anthony Phillips, aparecen en los listados de equipos de Grandes Ligas para la campaña del 2009, pero ninguno alcanza siquiera los 21 años de edad, o sea, que buscarán hacer el grado en las denominadas ligas menores.

Mientras llega la fecha del primer encuentro entre Cuba y África del Sur, qué clase de debut tendrán, pongo a su disposición amigo lector, las principales estadísticas de África del Sur durante los tres encuentros celebrados en el I Clásico Mundial.