La Habana, Cuba.- Muchas veces los vaticinios precompetitivos buscan apoyo en los nombres y los especialistas conceden créditos al por mayor si de dar favoritos se trata.

Con una nómina cuajada de bateadores extraclase, entre ellos Yulieski Gourriel, Frederich Cepeda y Eriel Sánchez, tres integrantes de las últimas ediciones del equipo Cuba, además de la incorporación a las filas del joven Yenier Bello, procedente de Camagüey, dicho cuarteto constituía una sólida carta de presentación.

La realidad del terreno en la primera parte de la campaña y algunos desafíos más, como los del fin de semana en el parque Cristóbal Labra brinda números colectivos desalentadores en tan importante renglón, porque los espirituanos de Juan Castro acumulan raquítico promedio de (261), muy por debajo de la media general del torneo (290), sin pasar por alto que el pitcheo admite 5.50 (974 media) carreras limpias en juegos de nueve entradas y la defensa es de 972 (974).

Precisamente, lo ocurrido contra los isleños explica con claridad las causas que los mantienen en permanente picada dentro de la zona occidental y con limitadas posibilidades de clasificación.

Los artilleros de Sancti Spíritus anotaron ocho veces en los tres desafíos y así recibieron barrida completa, ya que sus verdugos triunfaron seis veces en igual cantidad de compromisos.

Mientras tanto, los lanzadores aceptaron 25 carreras e imparables de diferentes dimensiones. Imposible ganar con tantos puntos débiles en la temporada. A favor de la Isla, méritos por arrobas, por hacer mucho más de lo esperado, luego de sufrir los embates de dos poderosos ciclones en el mes de septiembre y colocarse a las puesta de la clasificación.