La Habana, Cuba.- Un mal momento le deparó el calendario a Sancti Spíritus para enfrentar a Santiago de Cuba en los predios indómitos, porque fueron recibidos y despedidos a fuerza de conexiones de todo tipo.

Desde la lomita fueron tres noches de amargura para el director Juan Castro y el desfile de lanzadores casi hizo un trillo desde el apartado bull-pen hasta la lomita.

Ni qué contar, la aplanadora ahora sumó tres éxitos consecutivos y elevó a ocho los triunfos en el nuevo año 2009, lo cual significa que siempre los especialistas deben contar con ellos a la hora de sacar cuentas.

Reinier Roibal y Yaumier Sánchez, dos jóvenes promesas del pitcheo cubano, trabajaron el fin de semana con efectiva y sus actuaciones permitieron al director Antonio Pacheco el necesitado oxígeno para seguir adelante.

Por supuesto, nadie pone en dudas, la potencia ofensiva de los ganadores, sobre todo cuando juegan en casa, ante la exigente mirada de sus parciales en los graderíos y fuera de ellos.

Sin embargo, deben demostrar que pueden hacerlo en diamantes ajenos y esa será la gran prueba de fuego, después de cumplimentar el compromiso de tres choques que los enfrentará a Pinar del Río.

Sancti Spíritus es un verdadero caos en cualquier renglón que se analice y si se ponen molestos sus seguidores, qué le vamos a hacer.

El pitcheo anda con promedio de 5.44 carreras limpias permitidas, el fildeo es bien discreto 972 y lo ¡asombroso!, su, repito ¡asombroso! Lo encontramos en el bateo de 274, el peor entre los 16 equipos participantes en el torneo. ¿Quién lo iba a decir?  

Fijen bien la vista y tendrán a mano la causa fundamental en el descalabro de los denominados Gallos, cuyo desnivelado saldo de 13-18 los presenta igualados con la Isla de la Juventud (13-18) y Metropolitanos (14-19).