La Habana, Cuba.- Osvaldo Avilés trata de buscar inmediatas soluciones a dos problemas de capital importancia: pitcheo y defensa, evidentes lunares en las caras aspiraciones de Granma en la 48 Serie Nacional.

Anoche, las actuaciones combinadas del abridor Leosvanis Ramírez y el relevista Alexei Alarcón pudo mantener inmaculado el pizarrón durante siete entradas y la ventaja de 2 x 0, bien pudo convertirse en victoria.

En la parte baja del octavo, costosas pifias de Marcos Fonseca y Yamel Morales formaron el caos, lo cual permitió a los anfitriones anotar cinco veces para inclinar la balanza 5 x 2.

Consumada la rebelión, el director Ermidelio Urrutia llamó al relevista Jesús Guerra y el muchacho sacó sin mayores contratiempos los tres outs del noveno y mereció el cuarto punto por juego salvado.

Tampoco los derrotados aprovecharon el gasto ofensivo de 12 imparables y a cuenta gotas llegaron las dos marcas en el tercero y octavo episodios, dando lugar a la 11 derrota en 15 decisiones.

Bajo tal situación podemos anticipar que Granma marcha también de mal en peor y con escasas posibilidades de provocar un cambio brusco en el desempeño.

Las Tuna es harina de otro costal, pues saben imponerse a la hora de la verdad y cuando toman márgenes victoriosos sus lanzadores son capaces mantenerlos hasta consumar el éxito.