La Habana, Cuba.- El Comandante Ernesto Che Guevara  no sólo contribuyó a enriquecer la historia de Cuba con su participación en la lucha de liberación nacional y con su trabajo como dirigente de la Revolución, sino, además, fue un gran admirador  de la labor de figuras relevantes de nuestro país, acerca de las cuáles hizo referencia en distintos actos que se celebraron en el país.

Ejemplo de ello fue lo ocurrido el 8 de mayo de 1961 cuando el Che Guevara pronunció un discurso en el acto que se realizó con motivo del aniversario 26 de haberse producido el asesinato de Antonio Guiteras Holmes, junto al venezolano Carlos Aponte, en El Morrillo, edificación situada cerca de la ciudad de Matanzas.

En la parte inicial de su intervención en la fecha anteriormente citada, manifestó: “Tenemos hoy la tarea, siempre triste, de recordar a los muertos; a los muertos que cayeron de frente, buscando un mundo que no vieron nunca cristalizar.”

Añadió seguidamente al referirse a cómo después del triunfo de la Revolución Cubana se le podía rendir un verdadero homenaje a los que habían caído luchando en defensa de los intereses del pueblo:  “Pero en épocas como la actual, el recuerdo de aquellos muertos gloriosos tiene cierto aire de alegría, cierto aire de poder decirles a aquellos grandes sacrificados de otras épocas que el pueblo cubano supo cumplir con su memoria y que hoy le ofrece el regalo de esta nueva Cuba, es decir, la materialización de sus sueños, materialización de esos sueños que lo llevaron, un día 8 de mayo, a morir asesinado por las mismas balas que tantos y tantos hombres asesinaron durante una buena parte de nuestra historia contemporánea.”

El nacimiento de Antonio Guiteras se produjo el 22 de noviembre de 1906 en los Estados Unidos de América pero procedía de una familia de patriotas e intelectuales matanceros.

Su actividad política en Cuba comenzó desde su época de estudiante de nivel medio. Tuvo vinculación con Julio Antonio Mella y expresó su condena a las agresiones norteamericanas en América Latina. En su pensamiento político se evidenció una profunda convicción antiimperialista. 

Poco después de la aniquilación de la dictadura de Gerardo Machado, en 1933, Guiteras integró lo que se conoce en la historia de Cuba como el “gobierno de los cien días” atendiendo a su período de duración. Él ocupó la Secretaría de Gobernación y promovió la aprobación de leyes y medidas de beneficio popular y se enfrentó resueltamente a los intereses norteamericanos en Cuba y a los de la oligarquía nacional.

El 15 de enero de 1934 el gobierno del cual formaba parte Guiteras fue derrocado por un golpe de estado encabezado por Fulgencio Batista. Entonces él tuvo que pasar a la clandestinidad, pero no  permaneció inactivo.

En los últimos meses de 1934 fundó la organización Joven Cuba la cual tuvo un programa progresista orientado hacia la realización de un proceso de liberación nacional. Durante varios meses se enfrentó a los elementos contrarrevolucionarios que usurpaban el poder en Cuba.

Después decidió salir hacia México con el objetivo de organizar allí una expedición para reemprender la lucha contra el gobierno reaccionario y entreguista existente en el país en esos momentos.

Precisamente en unión de otros revolucionarios se hallaba el 8 de mayo de 1935 en El Morrillo en espera del barco que los llevaría hacia el territorio mexicano cuando, producto de una delación, se presentó en el lugar un gran contingente de fuerzas del gobierno y en desigual combate se produjo su caída.

Y en el discurso que el Che pronunciara en recordación y como homenaje a Guiteras el 8 de mayo de 1961 tras calificar su acción como múltiple y su vida como multifacética precisó que él centró su lucha antiimperialista en aquella época contra las expresiones más claras, más odiadas, de la explotación; y recordó, además, como procedió a decretar la nacionalización de la compañía eléctrica, uno de los principales monopolios norteamericanos que existían en el país.

También destacó el simbolismo que tenía que tras el triunfo revolucionario cuando se procedió a la nacionalización de esa compañía se decidiera identificarla con el nombre de Antonio Guiteras.

El Che además patentizó cómo con la obra de la Revolución en general se le rendía homenaje a Guiteras al plantear:  “Porque somos también lo que quería Guiteras, somos el ejemplo que él soñó para la América entera, somos ese faro que alumbra a todos los pueblos en el camino del desarrollo de las revoluciones libertadoras, y está mostrando el camino que se puede abrir, a fuerza de pujanza, a fuerza de trabajo, de fe en el futuro, y a fuerza de una conducción acertada de las masas populares, hacia un camino, hacia donde se sabe conducir ese pueblo.”

En esta intervención el Che se refirió a la gran victoria obtenida por el pueblo hacia tan sólo varias semanas atrás cuando derrotó en menos de 72 horas la invasión mercenaria que desembarcó por Playa Girón  y ya en la parte final volvió a recordar a Guiteras y enfatizó:  “Podemos mostrarle lo que está hecho; podemos asegurar a su memoria que no nos pararemos aquí, que todos los días trabajaremos para mejorar nuestra Revolución; y podemos invitarlo, no a que duerma el sueño de los justos; que es entrar en el olvido, sino a que viva, y vibre, y sufra con nosotros, y sienta, cada vez que nuestro país sea agredido, el mismo furor que sentimos nosotros, y goce con nuestros triunfos, y nos acompañe, junto con Carlos Aponte, el demócrata venezolano, el gran luchador antiimperialista, que nos acompañen en esta lucha que ya no tiene fronteras, en esta lucha de la parte buena del mundo contra la parte mala, en la lucha de los explotados que se han redimido y de los explotados que quieren redimirse, contra los explotadores, los agresores y los asesinos del pueblo.”