Junto a su imagen de hombre anodino e intrascendente, el tema que introdujo a José Luis Perales entre nosotros no le favoreció demasiado…
Eran también los días de una machacona campaña nacional sobre, precisamente, el tiempo libre. Esto y esa letra del tema, un tanto especial, provocaron el eterno choteo cubano y las burlas no pararon sobre los resultados de un tiempo libre “que se llevó un trozo de mi vida”. El criollismo nacional en acción, lo vernáculo de nuestro entorno.
Pero años después nos enteramos que no era lo que todos pensábamos: la canción estaba dedicada al momento en que un padre comienza a perder una hija a causa del amor. A mí que tengo solo una y nada más, me electrizó, y desde ese instante cada vez que la oigo se me aflojan las piernas, irremediablemente. Ahí mismo Perales dejó de ser el anodino e intrascendente y se abrió alguien de una hermosa exquisitez.
La canción la siento como mía, aunque el ángel que la vida me dio como hija ha tenido la dicha que su primer y único novio, además de compañero en toda la carrera, se mantiene hoy férreamente junto a ella, con el regalo de una hermosa nieta, por lo que sospecho que el tema seguirá golpeándome hasta el final.
De más está decir que todas estas cosas provocaron mi interés por investigar la carrera de Perales y enterarme que despuntó ya con algunos años y que hoy es considerado como uno de los más importantes compositores que ha dado la Madre Patria.
Puede escuchar y descargar desde nuestro canal de iVoox el audio con el comentario de Detrás de la Música, desde Frecuencia Total.
Como material para Detrás de la Música y dedicado a ustedes que tan gentilmente nos escuchan, José Luis Perales agradece hoy que muchos han crecido con él y desde su propia casa nos entrega una muy agradable sorpresa… ¿Qué tal, José Luis?
Gracias José Luis Perales, por hacer que mantengamos nuestro criterio de que lo único mejor que la música, es hablar de ella.
Web premiada con el Premio Internacional OX 2016