Oportuna meditación ante el Día Mundial del Medioambiente
Heidy González Cabrera
Colaboradora de Radio Rebelde
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5 de Junio del 2009, 9:23 a.m.
La Habana, Cuba.- En esta nueva celebración del Día Mundial del Medioambiente ¿quién no se ha percatado del evidente cambio climático? Tanto el calor como el frío, aumentan en intensidad y se mantienen más allá de los meses establecidos, sorprendiéndonos cuando de repente recordamos que en tal fecha "siempre había frío y ahora hay calor".
Entonces, irremediablemente, comprendemos los alertas constantes sobre el peligro que corre el planeta, y por ende, la humanidad.
Pero no sólo las sequías, deshielos o inundaciones serán las únicas consecuencias del desequilibrio ecosistémico provocado por la indiferencia ante las advertencias que transmite la ciencia a nivel mundial, porque paralelamente a ese fenómeno, la destrucción del hábitat desatará una explosión de virus y bacterias para los cuales el sistema inmunológico no está preparado.
Expertos de Sostenibilidad Medioambiental del Proyecto Milenio de las Naciones Unidas, advirtieron que en las últimas tres décadas han surgido más de cuarenta nuevas enfermedades humanas provocadas por insectos que inducen a elevados índices de muertes anuales por contaminación química y biológica del agua y del aire.
"La explosión de la malaria y el dengue, enfermedades propagadas por mosquitos, ha sido relacionada directamente con la eliminación de bosques, por el aumento de aguas estancadas y de las temperaturas de la tierra". Y añadió que sólo la malaria acabará con más de un millón de personas cada año.
Por último, recordemos que los expertos insisten en prevenir desastres y sus pronósticos no son alentadores:
Para el año 2100, un tercio del planeta será desierto. Habrá problemas en el suministro de agua y de los servicios sanitarios, al mismo tiempo que la actividad agrícola se verá seriamente afectada. "El índice de sequía grave, que se sitúa actualmente en un 8% de la superficie terrestre, pasará a un 40% en ese plazo de tiempo mientras que el de sequía extrema subirá del 3% actual a un 30%".
Pero no es necesario esperar 100 años. Indicio de la desertificación puede ser la escasez de agua que se comprueba en muchos países.
No constituye un secreto que el calentamiento global y el agujero en la capa de ozono contribuyen a que el clima se torne más riguroso, sobre todo, en los países menos desarrollados que no cuentan con los recursos humanos, económicos y tecnológicos para afrontarlo.
En los múltiples acuerdos internacionales se fijan compromisos para salvar al planeta, sin embargo, no se observan acciones sistemáticas para su cumplimiento.
Una lamentable reflexión se impone: Cada medida establecida en la política ambiental que las naciones prorroguen, aumenta el peligro pues los expertos advierten que muchos gases de invernadero "permanecen en la atmósfera durante varias décadas después de haber sido liberados, continuando su influencia sobre el clima".
Conclusiones todas propicias para la meditación si queremos que este planeta perviva en el espacio. |