Museo Postal Cubano: una obra de tradición cultural y valor patrimonial
Astrid Barnet
Colaboradora de Rebelde
5 de Junio de 2008, 3:00p.m.

La Habana, Cuba.- Una obra más que la Revolución Cubana hizo posible a través de su ingente labor de rescate de las tradiciones culturales y valores patrimoniales de nuestro país es, sin lugar a dudas, el Museo Postal Cubano que lleva el nombre de su fundador José Luís Guerra Aguiar.

Casi tres décadas de esfuerzos hubieron de transcurrir desde que, en 1939, la entonces Secretaría de Comunicaciones dictara una resolución disponiendo la creación de este Museo Postal –similar  la emitida posteriormente en 1955 por el Ministerio de Comunicaciones sin éxito alguno--, pero no es hasta el dos enero de 1965 pocos años después del triunfo revolucionario que se inaugura esta institución especializada en Historia Postal y Filatelia.

El Museo cuenta con tres salas de exposiciones, además de un incremento sistemático de las colecciones que lo han convertido en uno de los más amplios y completos del mundo, confiriéndole un elevado prestigio en los ámbitos nacional e internacional.

En la Sala Principal, se hallan diversas vitrinas con piezas originales abarcadoras de períodos históricos de la Historia del Correo Universal y de las pautas más significativas de ese servicio en la Isla. Se pueden apreciar en ella reproducciones de los medios y recursos antiguos de escritura y su evolución, incluida la forma de transportarse la correspondencia escrita desde épocas remotas.

En dicha Sala se exhibe igualmente el Penique Negro –un sello del mundo--, aparecido el seis de mayo de 1840 como resultado de la reforma postal que tuvo lugar en Inglaterra, hecho que revolucionó el correo a nivel internacional.

Durante las Guerras por la Independencia de Cuba funcionó un eficaz sistema de correos estructurado por Vicente Mora Pera. De este período se atesoran los cuños personales de Máximo Gómez y de Antonio Maceo, al igual que el cancelador utilizado por el correo insurrecto.

Del período de la Intervención Norteamericana pueden apreciarse cubierta postales con propagadas impresas en Estados Unidos, para ayudar en los planes de penetración norteamericana y un ejemplar del código postal norteamericano implantado en nuestro país, entre otras piezas.

El período correspondiente a la República Mediatizada se enfatiza con un exponente que ha trascendido con valor insustituible: el Cohete Postal Cubano. Su lanzamiento oficial se realizó el 15 de octubre de 1939 con el objetivo de encontrar un medio de transportar las cartas con mayor rapidez. Para este evento se sobrecargó un sello de correo aéreo con la siguiente leyenda: Experimento del Cohete Postal---Año 1939. Esta estampilla cubana es la primera en el mundo relacionada con la temática del cosmos.

En esta Sala también se muestran piezas y objetos relacionados con el correo y la filatelia del período revolucionario como la Hoja Completa de la primera emisión de sellos circulada al triunfo de la Revolución Cubana, en 1959, y las planchas utilizadas en su impresión.

Igualmente vez se exhiben en la Sala Principal el Sobre del Primer Día y matasellos utilizados en la Cancelación especial con motivo del Vuelo conjunto Cubano-Soviético al cosmos, efectuado el 23 de septiembre de 1980.
La actividad de Filatelia Universal puede observarse a través de 525 paneles, donde aparecen los sellos de un considerable número de países, desde los primeros que atesora el museo hasta la actualidad.

En la Sala Transitoria se reserva el espacio a las muestras personales de coleccionistas principiantes o consagrados. De igual forma se exponen periódicamente valiosas piezas provenientes de los fondos del museo, como resultado de los estudios efectuados por sus especialistas. Además se destina un panel para la Muestra del Mes, en el que se exhiben importantes materiales que resaltan los acontecimientos más relevantes de la Historia Postal y la Filatelia.

Como manifestara la vicepresidenta de Museos del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, Ana Cristina Perera “cada emisión postal constituye una estampa histórica y documental, pues recoge la arquitectura y costumbres de cada pueblo”.