Entre los primeros firmantes se encuentran Alí Rodríguez Araque, Héctor Soto, Francisco Sesto Novás y Titina Azuaje, ministros del Poder Popular para las Finanzas, la Cultura, el Hábitat y la Vivienda, y el Turismo, respectivamente; así como Cilia Flores, presidenta de la Asamblea Nacional de Venezuela, y Freddy Bernal, alcalde del municipio bolivariano Libertador.

Tras advertir que «es el bloqueo más largo y más cruel de la historia humana», el pueblo venezolano reconoce que «esa batalla entre el socialismo y el capitalismo, entre la esperanza y la extinción, entre la oportunidad de vida y la destrucción de la humanidad, se está dando en la patria de Martí como en ninguna otra parte del mundo y la está ganando éticamente la gloriosa Revolución Cubana con hechos cumplidos».

Más adelante, señalan: «...Cada logro cubano, cada vivienda, cada producción de bienes culturales, científicos y de alimentación, dentro del bloqueo imperial y las más grandes dificultades, es motivo del mayor reconocimiento por los pueblos del mudo y prestigia cada vez más la opción socialista».

En otro momento de la Carta a Bush, cuyos máximos responsables son la Casa de Nuestra América José Martí y el Movimiento Nacional de Amistad y Solidaridad Mutua Venezuela-Cuba, se expresa que «el pueblo norteamericano algún día despertará, conocerá nuestra América y aprenderá a respetarla para exigirle a sus gobiernos que saquen de ella sus manos».

También se han adherido a la misiva un grupo de Diputados al Parlamento Latinoamericano y a la Asamblea Nacional, así como artistas de la plástica y representantes de otras instituciones del Estado.

Por último, el pueblo venezolano reitera su exigencia inmediata de que «cese el bloqueo imperial a Cuba». (J.Rebelde)