Almeida en el corazón del pueblo cienfueguero
13 de Septiembre de 2009, 5:10 p.m.

Cienfuegos, Cuba.- "Al Comandante de la Revolución, Juan Almeida, del pueblo cienfueguero", dice la cinta de la corona de flores rojas aledaña a la imagen del destacado luchador y a una gran bandera cubana colocada en el Salón principal de la Asamblea Provincial del Poder Popular en esta ciudad del centro sur del país.

Todos los cienfuegueros quieren rendir tributo y en la primera guardia de honor se colocaron el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Roberto Morales Ojeda junto al Primer Secretario en la provincia, José Ramón Monteagudo y al Presidente de la Asamblea del Poder Popular, Rolando Díaz González.

El Presidente de la Asociación Provincial de Combatientes de la Revolución Cubana, General Marcelo Verdecia Perdomo, quien combatió junto Almeida habla con sentimiento de aquel hombre  "sin tacha e historial hermoso procedente de una familia humilde y participante en el Ataque al Moncada y en el desembarco del Granma"

Verdecia también recuerda su participación en la lucha: "Lo vi  por primera vez en el año 1957 e hicimos los contactos incorporándonos a la columna José Martí. Después del Triunfo de la Revolución continuamos unidos por la misma causa y en la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana"

La posición del general Verdecia Perdomo es "seguir las enseñanzas de Almeida, dice, ejemplo para los combatientes y siempre andaremos el camino que nos legó cumpliendo y llevándolo  en el corazón"

Interminable fila de los cienfuegueros frente al parque José Martí y una de las miles de personas en desfilar fue el jubilado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) José Aroche Pacheco:" Luché junto Almeida en el Tercer Frente y estuvimos en los combates de Palma Soriano y San Luis, entre otros" dice el combatiente.

"Fue ejemplo en honestidad y valor tanto en la Sierra Maestra como en el llano. Hoy después de muerto no lo recordamos con llanto, sino  siguiendo su ejemplo como se merece el héroe" apunta Aroche Pacheco.

De uno en uno entran y salen los cienfuegueros  que rinden tributo. Ahí está el jubilado del Ministerio del Interior, Julio Tejera (80 años de edad) hombre que compartió con Almeida desde los primeros años del Triunfo de la Revolución, en La Habana y tras el golpe emocional por la noticia de la muerte  confiesa: "Lo recuerdo delgado en aquella etapa, muy familiar y a la altura de los soldados  y el compromiso es ayudar  en todo momento a la Revolución".