La Habana, Cuba.- Si bien es cierto que los cubanos padecemos desde hace casi cinco décadas los efectos negativos del bloqueo imperialista, también lo es el hecho de que la  cruel política impuesta a nuestro pueblo no ha disminuido ni un ápice el espíritu de luchar y de vencer.

A cada instante el bloqueo intenta evitar los éxitos que la Mayor de las Antillas cosecha en las diferentes esferas de la sociedad; la educación es uno de esos frentes donde los docentes y demás trabajadores del sector no escatiman esfuerzos para desarrollarla y hacerla  cada día  mejor.

No obstante la importación de materias primas, materiales y equipo de uso escolar para asegurar el proceso docente educativo como medios audiovisuales, computadoras, equipamientos de laboratorio y reactivos entre otros, las afectaciones son reales, ya que cada día se reducen más los intermediarios que se arriesgan a realizar transacciones con Cuba, por la amenaza de las penalizaciones impuestas por el gobierno americano.

La aplicación de la criminal política ocasiona consecuencias de envergadura; un ejemplo de esto son los medios de enseñanza y técnicos para las escuelas en los distintos niveles escolares adquiridos en otros mercados a precios superiores a los de los Estados Unidos.

También se realizan esfuerzos adicionales para mitigar los efectos de la hostil política norteamericana; el estado cubano le confiere al desarrollo de la educación en términos de presupuesto cada año  más del doble de lo que asignaba a esos fines al final de la década de los ochenta y principios de los 90.

Lo anterior tiene su expresión en los Programas de la Revolución que tienen lugar en las enseñanzas, como son la presencia de la computación, los medios audiovisuales, impresión de libros para completar las bibliotecas escolares, lo que habla, sin dudas, de que todos estos años ha habido una voluntad política para elevar la calidad del proceso docente-educativo.

Las afectaciones en la educación están también en  el mantenimiento, reparación y edificación de escuelas, la base material de estudio y medios de aseo y limpieza para escuelas internas y círculos infantiles, y juguetes para los niños.

Sin embargo, el tiro les salió por la culata a los americanos, ya que pese a su retorcida política para tratar de doblegar al pueblo cubano, la educación sigue adelante y sus logros constituyen ejemplos a imitar para el resto de los pueblos.

Las clases continúan, los maestros se preparan mejor para impartir la docencia con una mayor calidad, las enseñanzas se perfeccionan  cada día que pasa  en busca de la excelencia académica y lo que es mejor aún, a pesar del bloqueo, los niños, adolescentes y jóvenes aprenden mucho más y son felices en sus escuelas.