El Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez en su primera actividad durante la visita oficial a la Federación de Rusia, depositó una ofrenda floral a nombre del pueblo y gobierno de Cuba en el cementerio memorial Piskarióvskoye, dónde están enterradas más de 490 mil personas en fosas comunes, víctimas del bloqueo a Leningrado y soldados caídos en defensa de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial.
La inmensa mayoría de los enterrados aquí murieron de hambre en el cerco a Leningrado, como se llamaba entonces la ciudad rusa de San Petersburgo, uno de ellos es el hermano del presidente ruso Vladimir Putin, Victor, quien murió a los dos años.





El Jefe de Estado, ferviente defensor del conocimiento e interpretación de la historia, dejó un profundo mensaje en el libro de visitantes, lo escribió muy cerca del texto que dejó aquí en mayo de 1963 el Comandante en Jefe Fidel Castro.
«Hoy cuando se hacen frecuente los intentos por reescribir la historia y minimizar el heroísmo de la URSS y el Ejército Rojo y su protagonismo en la victoria, queremos patentizar aquí que el pueblo cubano sí conoce la verdadera historia y el aporte a la humanidad de la Unión Soviética y el Ejército Rojo en alcanzar la victoria a un alto costo humano y material. Esa es la verdad histórica».
En su mensaje el dignatario recordó a los jóvenes cubanos que combatieron en la Segunda Guerra Mundial, los hermanos Vivó y Enrique Vilar.

La visita al memorial en la fría mañana de este lunes fue muy emotiva, sonaron los himnos nacionales de dos naciones a las que les ha costado grandes sacrificios defender su soberanía, Cuba y Rusia.
Mientras la Guantanamera, interpretada por la banda de música militar rusa recordaba en sus acordes que tiene más que leopardo quien posea un buen amigo, el presidente de Cuba y su delegación depositaban en el «Monumento a la Patria» del cementerio Piskarióvskoye de San Petersburgo, claveles y rosas blancas y rojas para los mártires de un pueblo hermano.