Llega a México tripulación de buque accidentado en puente de Brooklyn

Durante la madrugada de este lunes, 172 cadetes y personal naval de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), que integraban la tripulación del Buque Escuela Cuauhtémoc, llegó al puerto de Veracruz, según informó la institución a través de sus canales oficiales.

El Cuauhtémoc, de la Armada de México, sufrió un accidente al chocar contra la base del puente de Brooklyn en Nueva York mientras se alejaba del muelle 17 del South Street Seaport, en Manhattan. Como consecuencia del impacto, dos marinos fallecieron y al menos 20 personas resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad. Además, el velero, símbolo diplomático y académico, presentó daños visibles en sus mástiles.

Las autoridades de México y Estados Unidos continúan investigando las causas del incidente. Mientras se desarrolla la revisión oficial, un especialista estadounidense ha presentado una reconstrucción técnica que señala una serie de fallos evitables como posibles factores del accidente.

Según CNN, el capitán John A. Konrad V, experto en navegación comercial y seguridad marítima, analizó el accidente. Aunque nunca ha comandado un velero alto como el Cuauhtémoc, su experiencia le permitió formular una hipótesis contundente: el siniestro no fue una casualidad, sino el resultado de una serie de errores operativos.

Según Konrad, barreras de seguridad tales como protocolos, equipos y decisiones humanas, presentaron fallas individuales.

Uno de los primeros aspectos que el capitán destacó fue la ubicación del buque en el muelle. Por motivos ceremoniales y estéticos, el Cuauhtémoc fue atracado con la proa hacia tierra, lo que obligó a la tripulación a zarpar en reversa contra la corriente del East River, lo cual aumentó la dificultad de la maniobra desde el principio.

En ese momento, la marea creciente hacía que la corriente fluyera río arriba, mientras que el viento soplaba desde el suroeste, ejerciendo presión lateral sobre la embarcación. Según el capitán, esta combinación representaba un riesgo considerable para un buque de 90 metros de eslora y mástiles de casi 50 metros de altura, cuya maniobrabilidad era limitada.

Por otra parte, el remolcador asignado para asistir la maniobra, el Charles D. McAllister, no estaba amarrado por cabo al casco del Cuauhtémoc y solo empujaba desde la popa. Esto, explicó el especialista, redujo severamente su capacidad de reacción: empujar sin estar asegurado es como intentar detener un automóvil cuesta abajo sin freno de mano.

Otro punto de debate fue la figura del piloto. Aunque el Cuauhtémoc ondeaba la bandera “Hotel”, indicando la presencia de un piloto a bordo, no queda claro si se trataba de un state pilot, encargado de guiar la embarcación hasta el muelle, o de un docking pilot, especializado en maniobras de precisión.

El Cuauhtémoc había partido de Acapulco el 6 de abril con 277 tripulantes y tenía previsto visitar 22 puertos en 15 países.

Construido en Bilbao, España, y entregado al Gobierno de México en 1982, el buque, ha servido durante más de cuatro décadas como embajador de México, visitando cientos de puertos en todo el mundo con el propósito de compartir un mensaje de paz y buena voluntad. La embarcación nunca había enfrentado un accidente de esta magnitud. Su único incidente previo ocurrió en 2017, cuando una cadete perdió la vida durante una maniobra en aguas de la India.

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