El Parlamento Europeo aprobó medidas para disminuir la dependencia de la Unión Europea (UE) respecto a los fertilizantes y productos agrícolas provenientes de Rusia y Bielorrusia. A partir del 1 de julio, los nuevos aranceles sobre ciertos fertilizantes nitrogenados aumentarán progresivamente del 6,5 % al 100 % en un período de tres años, lo que reducirá significativamente las importaciones.
Actualmente, Rusia abastece el 25 % de los fertilizantes nitrogenados de la UE, generando unos 1.300 millones de euros anuales. Además, se aplicarán tarifas adicionales a productos agroalimentarios como carne, lácteos, frutas y hortalizas, afectando un comercio anual de 380 millones de euros.

La medida ha sido impulsada por la presión de varios Estados miembros y representantes del sector de fertilizantes, quienes consideran esencial reforzar la autonomía estratégica de la UE. La industria europea ha respaldado la decisión, calificándola como un paso clave para fortalecer la seguridad económica del continente. Según el presidente de FertilizersEurope, Leo Alders, la rápida implementación de estos aranceles ayudará a proteger las cadenas de suministro, el empleo y la seguridad alimentaria.

El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, advirtió que la Unión Europea se perjudicará a sí misma al incrementar los aranceles sobre los fertilizantes nitrogenados provenientes de Rusia y Bielorrusia. Según Peskov, esta medida resultará en un aumento de precios y una reducción en la calidad de los fertilizantes disponibles para Europa, afirmando que los productos rusos son de la más alta calidad.

Además, el vocero destacó que la demanda global de fertilizantes nitrogenados sigue siendo elevada en otros mercados, lo que, según él, permitirá compensar el impacto de los aranceles impuestos por la Unión Europea.