Este programa lo iniciamos con algo que parecía imposible: Otro memorando para apretar el bloqueo.
La diferencia radica esta vez en que este memorando de Trump es mentiroso, cínico y todos los calificativos que se le quieran poner, pues da la orden de asfixiar la economía y dice hacerlo para beneficio del pueblo de Cuba con un verso extraído de la Helms Burton: el emperador sólo levantará sanciones cuando verifique que han elegido a quien ellos quieren y, curiosamente, acaba de levantar sanciones a Siria, donde ahora gobierna un terrorista que antes ellos mismos perseguían.
Sin embargo, nadie sabe si este memorando busca distraer la atención de los deportados muertos en Krome.
Sobre las muertes y el campo de concentración que inaugura el emperador en los Everglades, no parece haber nada más cercano a las políticas de persecución y castigo que practicó en sus inicios el régimen nazi en Europa. Es algo que no se puede creer y, por más que hay decenas de miles protestando, va a inaugurarse hoy por el señor Trump, el mismo que debe haber aprobado la candidatura de la Payá para la CIDH.
Es justo ahora cuando vemos que la comunidad internacional está manejada también desde el Washington que está batiendo récord de irrespeto a los Derechos Humanos.
Sin embargo, por cada indigno que se presta para la guerra contra Cuba, quedan muchas personas dignas para desenmascarar a los enviados del emperador. Nos vamos con lo que varios cubanos le dijeron a míster Hammer, el encargado de negocios de EEUU en Cuba, cuando quiso hacerse el gracioso con ellos en una calle de Varadero.
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