Raúl Roa García

Raúl Roa, combatiente por la dignidad de Cuba

Cuando el 6 de julio de1982 falleció el Canciller de la Dignidad, Raúl Roa García, la Revolución Cubana y la diplomacia internacional perdieron la figura carismática que defendió la verdad con el estilo incisivo de agitador político y estudiantil que fue desde los años 30, con amplia cultura y conocimientos de los pueblos.

Su abuelo Raúl Roa alcanzó los grados de teniente coronel en las guerras de independencia y sobre esa tradición revolucionaria que le venía de su progenie mambisa dijo el propio Roa: “A la sombra iluminada de mi vuelo Ramón Roa, hice yo mi primera vela de armas”.

Queda en la memoria de los cubanos y diplomáticos internacionales la batalla en Naciones Unidas del canciller Raúl Roa García, donde denunció la invasión mercenaria contra la Revolución Cubana por las arenas de Playa Girón, armada y financiada por Estados Unidos y que se convirtió en menos de 72 horas en su primera gran derrota en América.

En ese escenario, donde ganó el sobrenombre de Canciller de la Dignidad, Roa se paró del escaño, pidió la palabra para una cuestión de orden y anunció la retirada de su delegación: «Me voy con mi pueblo y con mi pueblo se van también los pueblos de nuestra América», afirmó y abandonó el salón junto a su delegación para ser recibido en el exterior por una multitud que coreaba ¡Cuba sí, yanquis no!

Raúl Roa García nació en 1907 y murió en La Habana el 6 de julio de 1982, a los 75 años, fue un escritor, polemista, profesor, historiador, político y diplomático cubano. Destacado combatiente en la República mediatizada y en todas las batallas por la dignidad de Cuba y de América Latina.

Roa fue nombrado al triunfo de la Revolución cubana, embajador de Cuba ante la OEA, poco después fue el primer canciller del Gobierno Revolucionario desde el 12 de junio de 1959 y desempeñó ese cargo hasta 1976, impregnó su estilo combativo a la diplomacia revolucionaria cubana, le insufló su energía vital, su brillante y potente intelecto y, sobre todo, la pasión revolucionaria en su trabajo creador.

Su etapa como Canciller se desarrolló durante la política mundial de Guerra Fría, con una situación internacional de equilibrio de poder dada por la existencia del bloque socialista y, de manera muy particular por el poderío alcanzado por la entonces Unión Soviética, junto al auge alcanzado por los movimientos de liberación nacional que trajo consigo la independencia de muchos países del Tercer Mundo sometidos hasta entonces al yugo colonial.

Culto y de relacionarse de forma sencilla con el pueblo, Roa estaba pendiente del chofer que no cobraba por insuficiencias burocráticas, de la trabajadora ingresada en un hospital, de las medicinas que requería alguien o la nieta de alguien.

Le resultaba agradable a todos por su alto sentido del humor y generó una serie de fabulaciones y leyendas. A un embajador foráneo que no cuidaba el protocolo en el vestir, lo recibió en camiseta y le espetó: «La próxima vez que usted venga en mangas de camisa, lo recibiré en calzoncillos».

En su papel de ejecutor de la política exterior de la Revolución Cubana, llevó a todos los confines del mundo la voz de una Cuba independiente, de un país que había dejado de ser sometido a las posiciones de Estados Unidos y del mundo desarrollado, para transformar su anterior actitud plegada a los intereses yanquis en una política de principios.

Un sitio web consultado señaló que Roa fue artífice de la integración de Cuba al Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) desde su fundación. Cuba formaba ya parte del bloque socialista, su aliado natural, pero su luz larga en materia política aconsejó nuestra incorporación a dicho movimiento, desde donde podíamos denunciar la situación de Cuba y apoyar y defender los problemas del Tercer Mundo con fuerza propia-

A su fallecimiento el pueblo cubano le rindió tributo en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, la misma desde donde tantas veces bajó la escalinata en manifestaciones estudiantiles contra las dictaduras de turno.

Roa fue ejemplo sobresaliente de vida ejemplar, llena de cubanismo, de trabajador incansable, de espíritu creador, de maestros de juventudes. Arraigado en el corazón y el recuerdo del pueblo cubano de hoy la historia nunca lo olvidará.

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