La Habana-. En tiempos de enormes desafíos y riesgos excepcionales, se realizó desde la tierra venezolana -en formato virtual- la XIII Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
Desde el Palacio de la Revolución, en La Habana, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, participó en esta reunión de trabajo, que rechazó las amenazas del gobierno de Estados Unidos a la paz de la región; al tiempo que revisó la marcha de los planes de cooperación que implementa este bloque de integración regional y evaluó temas del complejo escenario internacional.
Junto al mandatario cubano, también asistieron a este encuentro a través de videoconferencia, el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, así como directivos y funcionarios de la Cancillería.

Al dar la bienvenida a los participantes, Nicolás Maduro Moros, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, afirmó que «en un momento difícil para la región latinoamericana y caribeña, esta es una Alianza para la solidaridad entre nuestros pueblos, que trabaja por la unión profunda de nuestra América».
El Jefe de Estado venezolano aseveró que frente a las agresiones imperialistas, el ALBA lucha por la paz; con la certeza de que ante las amenazas del uso de la fuerza, sus pueblos saldrán victoriosos.
Más adelante, en su intervención inaugural, Maduro Moros subrayó que la fortaleza del ALBA-TCP está en su identidad política y humanista, en su ideología, y en la valentía de sus pueblos que batallan por sus propios proyectos.
«El ALBA está de pie», aseveró el Presidente venezolano, quien ratificó la posición firme de su país de defender la soberanía y autodeterminación de su pueblo.
En sus palabras, Maduro evocó varias veces el pensamiento de los padres fundadores del ALBA-TCP, los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez.
De manera especial, envió un saludo al General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución cubana. Y, seguidamente, el mandatario venezolano dio la palabra al Presidente cubano, el primer orador de los asistentes a esta jornada, quien trasladó a todos el saludo cordial de Raúl.

En su intervención, Díaz-Canel, en nombre de Cuba, rechazó el despliegue de unidades navales militares norteamericanas hacia el sur del Caribe, bajo el mando del Comando Sur, con el falso y desproporcionado argumento de combatir el narcotráfico.
«Cuba denuncia firmemente esta nueva demostración de fuerza imperial y hace un llamado al ALBA-TCP, y desde aquí a todos los pueblos del mundo, a condenar esta irracional arremetida de la Administración Trump», subrayó.
En tal sentido, puntualizó que «denunciamos con igual firmeza el estímulo y la financiación a los planes terroristas contra Venezuela, así como la acusación mendaz lanzada por el gobierno de Estados Unidos contra el presidente Nicolás Maduro, que pretende asociarlo, sin fundamento alguno, a organizaciones criminales vinculadas con tráfico ilícito de drogas».

«Se trata, nuevamente, del tipo de maniobras a las que acude el imperialismo cuando alberga intenciones agresivas contra Estados soberanos, cuando no es capaz de ahogar el espíritu de resistencia de los pueblos y necesita un pretexto fraudulento para justificar sus acciones», manifestó el Presidente cubano.
Díaz-Canel expresó que «no queda otra alternativa que la de enfrentar al imperio que pretende subordinarnos a sus intereses. Y debemos hacerlo firmemente unidos en convicciones y en acción. Con ese espíritu de compromiso histórico en la defensa inquebrantable del destino común, nos convocamos en el ALBA-TCP».
En su discurso, el mandatario cubano también evocó el pensamiento de Chávez y Fidel. Recordó que «el pasado 13 de agosto celebramos, no sólo en Cuba, sino también en otros países de América Latina y el Caribe y del mundo, el natalicio 99 de quien, desde su enorme legado de ideas y acción, sigue siendo el Comandante en Jefe y Líder Histórico de la Revolución Cubana, dando inicio a un año conmemorativo, de alcance internacional, por su Centenario».

Su aporte multifacético a la historia y a los esfuerzos por la integración y la unidad de nuestra región, resulta inconmensurable, enfatizó el Jefe de Estado, quien destacó que «celoso cuidador de la diversidad, Fidel fue también un incansable articulador de la unidad de nuestros pueblos, basada en un profundo sentimiento antimperialista». Nos enseñó -dijo- que la batalla no es solo política o económica, sino también cultural y moral.
También en este escenario, como ocurre en otras intervenciones públicas en diferentes tribunas, Díaz-Canel exigió, en nombre de su pueblo, que cese el genocidio en Gaza. Denunció que las amenazas que hoy se ciernen sobre Venezuela «se basan en la misma filosofía del despojo que ha convertido a una pequeña franja de tierra en el infierno de este mundo».
«Basta de impunidad sionista. Basta de complicidad imperial. O viceversa. Todos los crímenes tienen perpetradores y cómplices para sostenerse en el tiempo. El sionismo israelí y el imperialismo yanqui intercambian roles en sus ejercicios criminales. Cuba lo sabe bien, porque en su genocida bloqueo, el imperio siempre ha contado con el respaldo invariable del genocida israelí», denunció el Jefe de Estado.
En su contundente discurso, el Presidente de la República de Cuba significó que «nos enorgullece que el ALBA-TCP se coloque a la vanguardia en la denuncia de los continuos asechos imperiales y que se proyecte como una voz firme frente los designios estadounidenses». Esta Alianza -valoró- es nuestro primer escudo frente a los peligros que acechan a la paz y la seguridad de la región».
El mandatario aseveró que «ni las bravatas de intervención, ni las presiones políticas y económicas, ni las campañas de desinformación, son suficientes para quebrar las esencias y rendir la dignidad latinoamericana y caribeña, si nos mantenemos cohesionados».

«Nuestra fuerza es la fuerza de la historia e ideales compartidos, y se afinca en la firme convicción de que la libertad y soberanía de cada pueblo es la libertad y soberanía de todos», aseguró.
En los minutos finales de su intervención, Díaz-Canel convocó a que «la voz de nuestros próceres y el espíritu de Chávez y Fidel, a las puertas del año del Centenario del Comandante en Jefe, nos guíen en esta lucha conjunta. Que la solidaridad y la unidad inquebrantables sean nuestros escudos».
«Solo juntos, unidos por la esperanza y el amor por nuestra tierra, podremos construir el futuro que merecen las generaciones presentes y venideras», afirmó.

OTRAS VOCES DEL ALBA-TCP
Otras voces se escucharon en esta Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP. El presidente boliviano Luis Arce Catacora denunció que las acciones del gobierno de Estados Unidos, al anunciar el despliegue de fuerzas militares con el pretexto de combatir el narcotráfico «vulneran la soberanía de los Estados».
Consideró que el objetivo real está en controlar geopolíticamente a América Latina. «Bolivia se suma a la voz firme del ALBA-TCP para rechazar toda forma de injerencia y para reiterar que América Latina y el Caribe son y deben seguir siendo una zona de paz», manifestó Arce Catacora.

A continuación, intervino Daniel Ortega Saavedra, copresidente de la República de Nicaragua, quien realizó un llamado a unir fuerzas para defender la soberanía de los pueblos latinoamericanos y caribeños.
«América Latina y el Caribe se declaró una zona de paz, así lo decidimos y así estamos actuando. Y a pesar de las contradicciones que puedan existir, a pesar de las diferencias que puedan darse, venimos marchando y superando las agresiones, los bloqueos, las sanciones y las amenazas de todo tipo», ponderó el líder nicaragüense.
Desde San Vicente y las Granadinas, el Primer Ministro Ralph Gonsalves, al hablar en representación de los miembros caribeños de este bloque integracionista de países, convocó a las naciones de la Alianza Bolivariana a trabajar juntos ante los nuevos desafíos y a enfrentar las amenazas del imperialismo norteamericano.
Ratificó que hay que dar un impulso a la unidad en la lucha contra el imperio y sus pretensiones hegemónicas, y a favor de la defensa de la soberanía de nuestros pueblos.

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE SEGUIRÁ SIENDO ZONA DE PAZ
La XIII Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, aprobó una Declaración final que leyó el presidente Nicolás Maduro, donde los miembros del ALBA-TCP rechazan de manera categórica las órdenes del gobierno de los Estados Unidos de desplegar fuerzas militares bajo pretextos falsos, con la clara intención de imponer políticas ilegales, injerencistas y contrarias al orden constitucional de los estados de América Latina y el Caribe.
El texto denuncia ante el mundo que el despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe, disfrazado de operaciones antidrogas, representa una amenaza a la paz y la estabilidad de la región y constituye una violación flagrante del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, que consagran el respeto a la soberanía, la igualdad de los Estados y la autodeterminación de los pueblos.
De igual manera, el documento adoptado exige el cese inmediato de cualquier amenaza o acción militar que vulnere la integridad territorial y la independencia política de los estados de América Latina y el Caribe, así como el respeto irrestricto al marco jurídico internacional y a los mecanismos multilaterales de solución pacífica de controversias.

Los países miembros del ALBA-TCP denunciaron también las medidas de reforzamiento extremo del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América contra Cuba, «las cuales, además de ser contrarias al Derecho Internacional, ocasionan graves perjuicios al bienestar de nuestro hermano pueblo cubano».
Finalmente, el comunicado señala «que la paz verdadera solo puede nacer de la justicia social, del respeto a la soberanía de las naciones y la autodeterminación de los Pueblos. Frente al imperialismo que amenaza con guerras y bloqueos, América Latina y el Caribe reafirman que seguirán el camino de Bolívar, Martí, Chávez y Fidel, y ratifica su condición irrevocable de proteger nuestra región para que sigamos siendo una Zona de Paz».
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