La Comisión Nacional de Drogas evaluó, en encuentro desarrollado este jueves en el Ministerio de Justicia (Minjus), los resultados del trabajo realizado en 2025, con énfasis en las provincias; el control y la fiscalización de drogas, estupefacientes, psicotrópicos y sustancias con efectos similares; y el sistema de vigilancia comunitaria desarrollado por las organizaciones de masas.
Durante el encuentro, Julio César García Rodríguez, Jefe de la Oficina de Atención a los Órganos del Sistema del Poder Popular, del Estado y del Sector Jurídico, del Comité Central del Partido, ponderó la necesidad de continuar con el trabajo informativo para la población.
En ese sentido, resaltó la importancia de profundizar en la campaña comunicacional «Contra las drogas se gana», en la cual se estableció un grupo de acciones para su fortalecimiento.
Precisó que uno de los primeros logros de esta campaña fue modificar la percepción de la población ante las acciones preventivas y de enfrentamiento contra estos flagelos.
Por otra parte, Oscar Manuel Silvera Martínez, titular del Minjus, ponderó la participación del pueblo en las denuncias y en el enfrentamiento, y destacó el esfuerzo coordinado en las comisiones provinciales.
Comentó que las acciones de control deben estar dirigidas a que los subgrupos verifiquen, desde cada una de las instituciones, que se cumplan las estrategias aprobadas en los territorios.
Las visitas de la Comisión a las provincias, durante 2025, tuvo como objetivo general evaluar y fortalecer la capacidad de los sistemas locales para la prevención, detección, atención y rehabilitación por consumo de drogas, garantizando la coordinación intersectorial, la calidad de los registros y la disponibilidad de servicios adecuados para adultos y adolescentes.
Dentro de los criterios generales, la Comisión planteó fortalecer la coordinación intersectorial con el desarrollo de un protocolo estandarizado de intercambio de información entre salud, educación, trabajo, la agricultura y la subcomisión provincial, con reuniones mensuales y un formato mínimo de reporte.
Mejorar la gestión de datos y el monitoreo de la línea 103 mediante conciliaciones mensuales, fomentar la capacitación operativa sobre sustancias emergentes y señales de alerta, direccionado principalmente para inspectores, líderes de cooperativas, médicos de familia y trabajadores sociales.
Asimismo, buscó expandir y articular los servicios de deshabituación para adolescentes con la creación de infraestructuras de ingreso o la formalización de convenios con instituciones de provincias vecinas, incorporar a personas adictas en recuperación a las acciones comunitarias, y diseñar una política comunicacional unificada por las subcomisiones provinciales que incluya líneas de mensajes estandarizadas adaptables a contextos locales, campañas en redes sociales y materiales para líderes comunitarios.
Con información del periódico Granma.
