Linnel guajiro natural

Linnel, «guajiro natural» de Falcón

Por segundo año consecutivo, el joven productor Linnel Marrero Turiño, mayor veguero del centro de Cuba, aspira al premio Hombre Habano gracias a sus excepcionales resultados en 120 hectáreas de tabaco, su impacto social y el uso pionero de tecnologías en su finca La Puntilla.

Con solo 32 años, Marrero ya supera las 1,8 toneladas por hectárea y proyecta incrementar ese rendimiento en la actual campaña, mientras lidera un proyecto familiar que emplea a cerca de 400 personas, el 75 % jóvenes, en el municipio de Placetas.

De las 120 hectáreas planificadas, 105 ya están sembradas y los 15 restantes se completarán en diciembre, con una distribución equitativa entre tabaco tapado para la exportación y tabaco al sol para la industria nacional.

Arley López Sosa, subdirector de la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco La Estrella, destacó que la nominación responde a la alta calidad de su cosecha, con un 70% de capas destinadas a la exportación, y a su papel innovador en la introducción de la cura controlada en Villa Clara.

Más allá de la producción, su gestión social incluye la reparación de más de 10 kilómetros de caminos rurales, donaciones a sectores de salud y educación, y la participación en la millonaria impermeabilización del Hospital Pediátrico Provincial José Luis Miranda.

Juan Marrero Rodríguez, padre del nominado, resaltó los avances tecnológicos de la finca, donde un sistema de energía solar de 180 kilovatios garantiza soberanía energética y alimenta modernas casas de cura que reducen el secado de la hoja de 60 a 21 días.

Con 13 años de experiencia, Linnel representa la cuarta generación de una familia dedicada al tabaco y ha convertido a La Puntilla en un referente nacional de producción sostenible, innovación y compromiso comunitario.

Los trabajadores de la finca reciben un salario semanal promedio entre ocho mil y nueve mil pesos, contribuyendo significativamente a la dinamización económica de la comunidad rural de Falcón.

La distinción Hombre Habano, nunca antes lograda por un villaclareño, reconoce no solo los volúmenes productivos, sino también la capacidad de generar empleo estable, impulsar el desarrollo local y aplicar ciencia en función del progreso agrícola.

La finca La Puntilla, con cerca de 860 hectáreas, diversifica además su producción con cría de cerdos, ganado y cultivos varios, consolidando un modelo de gestión integral que trasciende el ciclo tabacalero.

Este reconocimiento reafirma el potencial de la juventud cubana en el sector agropecuario y su papel protagónico en la seguridad alimentaria y el desarrollo económico del país.

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