Las puertas del verano están abiertas y por estos días de junio ya se siente un calor sofocante que a todos desespera. Lo bueno de este mes son las frecuentes lluvias que aunque no caigan en el lugar de residencia, de noche el ambiente se siente más ligero y en ocasiones hay hasta fresco.
No obstante el beneficio se sienten altas las temperaturas por lo que la mayoría pronostica algo más fuerte para Julio y agosto. Este año notamos que la primavera se adelantó y no sólo las plantas comenzaron a florecer antes de tiempo sino que el ambiente se calentó también.
Según descubrieron investigadores de World Weather Attribution, con sede en Londres, la organización estadounidense sin fines de lucro Climate Central y el Centro Climático de la Cruz Roja. Barbados, Haití y otros estados y territorios insulares del Caribe y el Pacífico tuvieron cada uno más de 120 días calurosos adicionales.

Los científicos definieron los días de calor extremo como casos en los que las temperaturas diarias estaban por encima del 90 por ciento del promedio histórico para un lugar determinado, con el objetivo de obtener una mejor comprensión de las condiciones experimentadas localmente en lugar de hacer comparaciones con los promedios mundiales.
Consideran los expertos también que el año pasado fue el más caluroso jamás registrado, y el período estudiado en el informe abarcó varias olas de calor severas, incluso en el suroeste de EE. UU. en junio pasado, en el sur de Europa el mes siguiente y en Asia central en marzo.

No obstante, los beneficios del sol pueden producir ciertos daños importantes para la salud humana como son el envejecimiento (deterioro prematuro de la piel), lentigos solares (manchas color café oscuro), quemaduras, aparición de manchas blancas en el cuerpo, melasma (también conocido como paño), alergias y queratosis actínicas, lesions.
Un artículo sobre el tema afirma: “existen determinados grupos que deben extremar precauciones ante las elevadas temperaturas, por ser especialmente frágiles ante el calor, como son las personas mayores y los niños. Debemos tener presente que se alteran las funciones vitales de las personas si su organismo no es capaz de compensar las variaciones de la temperatura corporal”.
También reitera que deben de tener cuidado las personas con patologías crónicas como desnutrición, diabetes, Parkinson, insuficiencia respiratoria, renal o vascular periférica y demencias, además de aquellos que padecen de presión alta.

Para defenderse del calor sofocante se aconseja beber frecuentemente agua u otros líquidos sin esperar a tener sed, salvo si hay contraindicación médica. Evitar, además, las bebidas alcohólicas, las azucaradas, el café y el té; frecuentemente se debe de refrescar con una ducha o, simplemente, mojarse, y hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor -ensaladas, frutas, verduras, zumos-; se insiste, además, en la conveniencia de evitar comidas grasas y demasiado abundantes.
En el exterior de la vivienda es necesario protegerse de las altas temperatura que dañan la salud por lo que se debe cubrir la cabeza con una gorra, sombrero o sombrilla, usar ropa ligera de color claro y un calzado cómodo y fresco que transpire. Se debe cuidar la piel con protectores solares adecuados y utilizar espejuelos oscuros para proteger los ojos. Además de no exponerse al sol directamente desde las 10 de la mañana hasta las cuatro de la tarde.
A prepararse para el verano es lo mejor que podemos hacer para cuidar la salud.