Abogó Cuba por reforma de arquitectura financiera internacional

La Habana: Inés María Chapman, vice primera ministra de Cuba, abogó hoy en Sevilla, España, por una reforma real de la arquitectura financiera internacional, que permita movilizar la financiación necesaria para combatir la crisis climática y lograr el desarrollo sostenible, en particular para los países del Sur.

 Al intervenir en la Mesa Redonda número seis de la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, Chapman enfatizó que los países en desarrollo necesitan una inserción económica y financiera internacional más amplia y beneficiosa, basada en esquemas que respeten su soberanía.

Señaló la importancia de que la financiación para el desarrollo genuino tenga justicia fiscal global, cancelación de la deuda ilegítima, democratización de las instituciones financieras y un cambio de paradigma que ponga al ser humano y al planeta por encima de los intereses del capital.

Chapman llamó a que los Estados se abstengan de promulgar medidas coercitivas unilaterales, violatorias del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, en función de lograr un orden internacional que promueva el desarrollo y el crecimiento económico, informó la Cancillería en su sitio web.

Por su importancia, la Agencia Cubana de Noticias transmite de forma íntegra la intervención de la vice primera ministra de la República de Cuba, en la Mesa Redonda 6: “Reforma de la arquitectura financiera internacional y abordaje de cuestiones sistémicas”, en Sevilla, España, 3 de julio de 2025.

   Señor Presidente:

 Distinguidos panelistas e invitados:

   En un histórico discurso pronunciado en la Conferencia de Punta del Este, celebrada en 1961, el entonces Ministro de Industria de Cuba, Comandante Ernesto Che Guevara, expresó: “Hoy, el sistema monetario internacional diseñado en Bretton Woods, las alianzas estratégicas de las naciones poderosas, el FMI y sus préstamos impagables van de la mano de un consumo desmedido. Las medidas monetarias no pueden resolver la crisis estructural del capitalismo.”

 ¿Cuán diferente sería el escenario hoy, si hace más de sesenta años se hubiesen escuchado los reclamos y denuncias provenientes del mundo en desarrollo? 

Sin embargo, el orden internacional actual continúa funcionando al servicio de un exiguo número de países, mientras margina a la gran mayoría de la población mundial e ignora las preocupaciones y demandas legítimas de las naciones en desarrollo.

Ello ha puesto en evidencia, cada vez más, la necesidad de una reforma real de la arquitectura financiera internacional, hoy profundamente injusta, anacrónica, disfuncional y excluyente, por una que permita la movilización efectiva de la financiación necesaria para combatir la crisis climática y lograr el desarrollo sostenible, en particular para los países del Sur. 

 El marco institucional establecido en Bretton Woods ya no se ajusta a las demandas del escenario global actual, en términos de gobernanza, representación y de acceso a la financiación, donde los países en desarrollo deben contar con voz y voto. Nuestros pueblos no pueden seguir siendo víctimas de medidas de austeridad pro-cíclicas, altamente condicionantes e injerencistas, impuestas por un grupo de instituciones obsoletas, que durante décadas han aplicado medidas draconianas para explotar las riquezas del Sur y perpetuar modelos de dominación económica. 

Los países en desarrollo necesitamos una inserción económica y financiera internacional más amplia y beneficiosa, basada en esquemas que respeten nuestra soberanía. 

Como acordado en el Compromiso de Sevilla, urge que los Estados se abstengan de promulgar medidas coercitivas unilaterales, violatorias del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, si aspiramos a lograr un orden internacional que promueva el desarrollo y el crecimiento económico.

 Señor Presidente: 

La financiación para el desarrollo genuino requiere justicia fiscal global, cancelación de la deuda ilegítima, democratización de las instituciones financieras y un cambio de paradigma que ponga al ser humano y al planeta por encima de los intereses del capital.

  Muchas gracias.

(Fuente: Agencia Cubana de Noticias)

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