Un proyecto de cooperación entre Cuba y Vietnam despierta optimismo en la mesa de los cubanos. Los resultados de la producción de arroz en el municipio pinareño de Los Palacios, con la colaboración del hermano pueblo, marcan un hito en los esfuerzos por alcanzar la soberanía alimentaria.
A propósito de la segunda visita oficial del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a esta nación del sudeste asiático, conversamos con el Viceministro de Agricultura de Cuba, Doctor en Ciencias Telce Abdel González Morera.
Comenta el Dr.C González Morera que la relación entre Cuba y Vietnam vinculada al arroz no surgió el año pasado. Desde el 2002 hasta el 2025 se han desarrollado cinco proyectos de cooperación, lo que ha permitido construir una plataforma muy sólida con vínculos estrechos entre los sectores académicos, los Ministerios de la Agricultura, empresas y agricultores de ambas naciones.

Cinco proyectos o etapas en la cooperación arrocera
«A finales de los años 90 se comienzan a generar acciones de cooperación entre el sector académico de la agricultura de ambos países, cuando Vietnam construía su Academia de Ciencias Agrícolas, una institución sólida que agrupa varios institutos de investigación».
«Entonces comenzó a gestarse una primera etapa de un proyecto que oficialmente inició en el 2002 y terminó en el 2004. Era muy pequeño, consistía en el envío de especialistas, muchos de los cuales habían estudiado agronomía en Cuba. Regresaban después de haber estudiado en la universidad y comenzaron a introducir algunas de las tecnologías que para ellos habían dado buenos resultados en las condiciones de su agricultura».
«Empezó a construirse un lazo muy sólido entre nuestras instituciones de ciencias. Comenzamos con acciones de mejoramiento conjunto, transferencias de tecnología y otras. El proyecto terminó con muy buenos resultados. Era de alcance pequeño, pero lo suficientemente sólido como para permitir que nuevamente ambos partidos y gobiernos indicaran construir una segunda etapa, que se desarrolló del 2005 al 2007.
«Así llegamos a una tercera etapa, del 2008 al 2011. Una vez terminada esta, en la que se habían recorrido varios años con la presencia de expertos vietnamitas, con la transferencia de algunas tecnologías y la construcción de algunas cosas de conjunto, se decide ampliar la cooperación en una cuarta etapa».
«Esta se ejecutó del 2010 al 2015, con alcances mucho mayores para la producción arrocera en el país, incluso en cuanto a inversiones y financiamiento, que triplicaron prácticamente lo que se había ejecutado durante los proyectos anteriores».
«Esta etapa se convirtió en una fuente financiera para el programa arrocero que Cuba comenzó a desarrollar en aquel momento. Hubo un aporte muy significativo en cuanto a tractores, cosechadoras y otros equipos para trabajar la tierra, y también en la industria, en la producción de semillas y en otros eslabones.
«En 2012, por ejemplo, el país tenía un rendimiento medio de apenas unas dos toneladas por hectárea y en el 2018, gracias al gran esfuerzo que hizo Cuba, porque también se hicieron inversiones muy importantes por nuestra parte, pero también por la cooperación de Vietnam, que nos acompañó en todo este esfuerzo, se logró duplicar el rendimiento, se llegó a 4,24 toneladas por hectárea».
«Y no solamente se duplicó el rendimiento, se lograron índices de eficiencia muy importantes; se disminuyó el consumo de agua por hectárea y había productores que a pesar de que el país tenía un rendimiento de 4,2 toneladas por hectárea, lograban ocho, nueve y hasta diez toneladas por hectárea».
«Empresas importantes como la de Sancti Spíritus, lograron en la campaña de frío 2017-18, seis toneladas por hectárea, y como media en el año, cinco toneladas por hectárea. Y la granmense Fernando Echenique incrementó su rendimiento de manera significativa».
«Esto no puede mencionarse sin tener en cuenta el gran aporte de esa cooperación vietnamita que comenzó desde principios de los años 2000 e incluyó la producción de semillas, la obtención de nuevas variedades, el sistema de extensionismo que permitió acompañar al productor en todo el proceso productivo, entre otros resultados».
«Terminando esta cuarta etapa, se decide que era necesario un proyecto más, y se aprueba la quinta etapa de esta cooperación. Inicialmente se previó desarrollarla del 2019 al 2023, pero por los efectos de la pandemia de COVID-19 hubo que prorrogarla hasta 2025; o sea, el proyecto concluye oficialmente este año».

Etapa actual con inversión extranjera directa
Sobre por qué estos resultados son más tangibles ahora, el Viceministro detalló que se trata de la quinta etapa de un proyecto, pero que ahora se potencia con un nuevo modelo: la inversión extranjera directa vietnamita.
«En él se establecen tres modelos de inversión. Uno en la modalidad de empresa cien por ciento extranjera que implica entregar tierras en usufructo; otro que persigue la producción mixta según las diferentes variantes de nuestra Ley de Inversión Extranjera, como el contrato de asociación económica internacional; y un tercer modelo que no es más que un contrato comercial a través del cual las empresas vietnamitas puedan comercializar insumos en divisas para los productores cubanos».
«A partir de ahí, una empresa vietnamita que ya estaba en Cuba como usuario de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, solicitó mil hectáreas de tierras en usufructo en la granja Cubanacán de la empresa Agroindustrial de Granos Los Palacios, para comenzar a desarrollar un proyecto bajo la modalidad Uno».
¿Cómo marcha este modelo de inversión extranjera, cuáles son sus perspectivas? Preguntamos durante la entrevista al Dr. Telce, un científico especializado en los cultivos de grano y promovido por sus resultados al cargo de Viceministro.
«Con este modelo de cooperación, de inversión extranjera vietnamita, se va logrando tener los insumos que faltaban, una semilla de muy alta calidad, en este caso un híbrido vietnamita, el paquete tecnológico con los requerimientos de fertilización y protección fitosanitaria que requiere el cultivo y demás.
«Es decir, a esa tecnología, a ese conocimiento construido entre Cuba y Vietnam, ahora podemos ponerle todas las condiciones favorables para que se exprese un buen resultado. Como consecuencia —y lo esperábamos—, previmos un rendimiento de siete toneladas por hectáreas, y se han obtenido como media, 7,2 toneladas por hectáreas. Y estoy seguro que el próximo año, cuando las tecnologías estarán más consolidadas, los resultados serán mayores.
«Esto ha sido favorable en otros sentidos, porque a partir de que este proyecto ya está dando buenos resultados, otras empresas vietnamitas están en proceso de constituir negocios».
«Un ejemplo está en la provincia de Granma, en la Empresa Agroindustrial de Grano Fernando Echenique. Así, en el municipio de Yara comenzará, también por la modalidad Uno, una inversión inicial en unas 366 hectáreas que luego se extenderá a otros miles de hectáreas con los modelos mixto y de comercialización».
«Granma es una provincia con grandes potenciales arroceras; la que más áreas tiene en el país hoy para desarrollar este cultivo; tiene un suelo con una calidad excepcional para el arroz, agua de muy buena calidad, muy buenas condiciones climáticas y productores que dominan la producción de arroz y han tenido resultados muy buenos».
«Hay, además, otra empresa vietnamita que ha planteado intenciones de desarrollar un proyecto de arroz en la provincia de Artemisa».

Destino de la primera cosecha
Luego de la primera cosecha la población se pregunta cuál es el destino de este grano fundamental en la dieta del cubano. «Este proyecto ahora es de mil hectáreas, por lo tanto, tiene un alcance pequeño aún. Mil hectáreas, con rendimientos de siete toneladas de arroz cáscara húmedo por hectárea, son poco más de 3 000 toneladas de arroz consumo, y ya se han comercializado las primeras 1 100 toneladas», explicó el viceministro.
«Se vendieron al Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) y se está pagando a la empresa vietnamita a los precios que acordamos, que son muy competitivos, que cubren los costos de producción y le dejan utilidades, pero son precios por debajo de los precios del arroz que estamos importando», agregó.
«Ya ese arroz se distribuyó por la canasta básica normada en la provincia de Pinar del Río y una parte en la provincia de Artemisa. Esto ha funcionado muy bien. En lo que queda de agosto y quizá principios de septiembre, debemos entregar mil toneladas más. Esperamos que este año pasemos de las 3 000 toneladas con este proyecto».
«En 2026, por supuesto, será un número más alto de toneladas. Estimamos que el próximo año debemos llegar a unas 10 000 toneladas de arroz consumo con este proyecto, y bueno, se abriría también el negocio en Granma, que también debe tener una contribución».
«Como política, como objetivo, estamos proponiendo que el mayor por ciento de estas producciones se destine al MINCIN, para que ese arroz sea distribuido a través de la canasta básica, teniendo en cuenta que estamos logrando costos de producción y precios de venta competitivos, y sin los costos, además, por flete, puertos e incluso, en algunos casos, hasta de transportación por provincia».
Comentó el vicetitular que la cooperación con Vietnam también explora otros frentes como el maíz, la soya, el café, la biotecnología veterinaria y la producción de carne y huevos, proyectos que pudieran ser impulsados por esta visita del mandatario cubano al país indochino, muy similar a como sucedió en septiembre de 2024, cuando el secretario general del Partido Comunista de Vietnam y entonces Presidente, To Lam, viajó a Cuba y los consensos alcanzados con su homólogo Díaz-Canel permitieron la aceleración de negocios en áreas como la agricultura, especialmente la producción de arroz y la biotecnología.
En todas estas posibles áreas de cooperación –insisitó el Viceministro de Agricultura- se defiende el principio que el jefe de Estado cubano ha dejado claro: que Cuba no sea una carga para sus socios y que los beneficios sean recíprocos.
«Cuba aprobó un paquete de incentivos para los inversionistas vietnamitas bien motivante. Pero lo más importante es que nuestro país siempre está dispuesto a analizar cualquier otra medida que sea necesaria tomar para garantizar un entorno favorable a los inversionistas, en especial a los de un país amigo como Vietnam».

Una relación entrañable que trasciende el tiempo
Para el científico viceministro es difícil hablar solo de la cooperación con Vietnam sin referirse a la entrañable relación que unen a ambos pueblos, cimentada en el vínculo de admiración y cariño entre los líderes históricos de las dos naciones Ho Chi Minh y Fidel Castro.
«Primero que todo —explica—, entre Cuba y Vietnam hay lazos históricos muy fuertes, construidos por Fidel y Ho Chi Minh, quienes a pesar de que no se conocieron personalmente, lograron construir plataformas ideológicas lo suficientemente sólidas que han logrado romper las barreras del tiempo y las barreras generacionales».
«He ido al mausoleo de Ho Chi Minh en Hanói y me he encontrado con niños de primaria visitándolo. Ellos hablan muy bien el inglés, y tú hablas inglés con ellos, pero les dices que eres cubano, y saltan de alegría, y te dicen Fidel, Fidel, Fidel».
«Es una cosa bien interesante cómo, desde hace tanto tiempo, dos hombres tan grandes como Fidel y Ho Chi Minh lograron, con esa gran visión de futuro que tenían, construir algo con la solidez que, décadas después, los niños lo siguen sintiendo, más allá de que se lo enseñen en la escuela o no».
Aunque Vietnam es el país asiático con mayor inversión extranjera en Cuba y uno de sus principales socios comerciales, los avances concretos en el cultivo del arroz y por lo que significa dicho grano en la dieta de ambos pueblos, pudiera convertirse esta área en el motor de la cooperación.
Escuche y descargue la propuesta radial.