Duelo entre colosos
Jorge Alfonso
Colaborador de Rebelde
4 de agosto de 2008, 11:55 a.m.

Las apuestas están encima de la mesa y los anfitriones aseguran que encabezarán por primera vez el medallero, con lo cual relegarán a la delegación estadounidense al segundo lugar y a los rusos al tercero. Interesado por conocer cuánto de probabilidades hay detrás de las aspiraciones de China, la búsqueda me llevó a consultar numerosas fuentes y con suficientes datos entre las manos es posible calificar como válidas esas pretensiones.

En primer lugar, la condición de organizadores garantiza la presencia en la totalidad de las pruebas en discusión, mientras los participantes de Estados Unidos y Rusia debieron atravesar intensos y difíciles torneos clasificatorios. Tal variante, aplicada en las 28 disciplinas calendariadas, convertirán a la venidera edición en la de mayor calidad, porque antes, salvo el atletismo y las disciplinas de conjunto mantenían exigencias con las marcas mínimas y limitaciones en lo referente al número de equipos. Dentro del poderoso trío, Estados Unidos es el único con presencia en las 25 citas cuatrienales celebradas, a partir de Atenas, Grecia (1896), pues China debutante en Los Ángeles, Estados Unidos (1932) apenas participó en Berlín, Alemania (1936), y Rusia utiliza ese nombre desde Atlanta (1996).

La historia olímpica de los chinos comenzó en 1894, cuando el barón Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos en la Era Contemporánea, y el príncipe griego Costantino enviaron la invitación a los soberanos de la dinastía Qing, a través de la embajada francesa. Los chinos reaparecieron en el propio escenario angelino casi medio siglo más tarde (1984). Entonces la primera presea dorada perteneció al tirador Xu Haifeng (pistola libre) y su compatriota Wu Xiaoxuan lo imitó cuatro días después en rifle pequeño calibre tres posiciones.

Por cierto, la ceremonia de premiación demoró largo rato, porque los organizadores solo tenía a mano una bandera de dicho país, lo que muchos interpretaron como absoluta irreverencia. Paso a paso, los chinos ganaron espacios, hasta el punto de que en seis presentaciones acumularon 112 títulos e incluso, ya en la capital griega superaron con amplitud a los rusos y llegaron detrás de los estadounidenses, apenas por tres medallas de diferencia (32 x 35) Como podemos observar, la trayectoria de los chinos en las confrontaciones olímpicas es relativamente corta, si la comparamos a las de otras naciones participantes en diez o más ediciones.

Aspiraciones en casa propia Los datos numéricos son precisos y cuando faltan solo cuatro días para la esperada apertura, los anfitriones insisten en ascender más de 40 veces a lo más alto del podio y, a juicio del redactor, tal sueño pueden convertirlo en realidad. Hace cuatro años sacaron las mejores opciones en el bádminton (3-1-1), clavados (6-2-1), pesas (5-3-0), tenis de mesa (3-1-2) y el tiro deportivo (4-2-3), a pesar que de los 407 atletas, 323 fueron debutantes (79.33 por ciento) y en dos de las disciplinas que otorgaron mayor cantidad de título: atletismo (46) y natación (32) apenas sumaron tres.

La condición de sede aumentará la delegación a casi 600 atletas y, según el criterio de sus técnicos, esta vez deben alcanzar ocho títulos más, con tres a las cuentas los forzudos en ambos sexos, dos en la esgrima y uno per cápita en boxeo, gimnasia de trampolín y voleibol de playa. Sin lugar a las dudas, los pronósticos son pronósticos y ahora prefiero poner a la disposición del lector los resultados pertenecientes a los punteros, a partir de la presencia de China en los Juegos Olímpicos.