Beneficia Sistema de Atención a la Familia a unas 67 mil personas

El programa del Sistema de Atención a la Familia (SAF), ideado por el Comandante en Jefe Fidel Castro con el objetivo mantener establecimientos para la alimentación y socialización de adultos mayores en situación de desventaja social, beneficia hoy a unas 67 mil personas en Cuba.

También se atiende a personas con discapacidad o en situación de vulnerabilidad social, y otras con insuficientes ingresos y que carecen de familiares, explicó al diario Granma Grettel Portales Pérez, directora general de Servicios del Ministerio del Comercio Interior (Mincin).

De acuerdo con Portales Pérez, de 2024 a mediados de 2025 se produjo un incremento del ocho por ciento (%), provocado, en parte, por el aumento del envejecimiento poblacional y las limitaciones económicas y financieras.

Recordó que los criterios para determinar quiénes son beneficiarios del SAF los establece el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que considera a personas con vulnerabilidad económica, además de evaluar las condiciones de salud y limitaciones físicas por discapacidad, incluyendo adultos mayores sin amparo familiar que requieren cuidados permanentes.

En Cuba funciona una red de mil 453 establecimientos gastronómicos conformados por unidades empresariales de base, por el Decreto 28 o por el Decreto-Ley 34, y están presentes en los 168 municipios del país, ya que pertenecen a las empresas de Comercio y Gastronomía de subordinación local.

Estos centros participan en la implementación del programa del sistema empresarial de subordinación local, donde intervienen las direcciones de Trabajo, de Economía y Planificación y de Finanzas y Precios, las delegaciones territoriales de la Agricultura y las direcciones municipales de Salud, Cultura y Deporte, además del sistema empresarial del Ministerio de la Industria Alimentaria.

La funcionaria reconoció el rol determinante de los trabajadores sociales en la captación y presentación de propuestas para la evaluación por los gobiernos locales, que a su vez atienden, exigen e integran a los actores económicos que intervienen en el funcionamiento del programa.

Variados alimentos se ofertan en estos centros, como arroz, platos fuertes, sopas o potajes, viandas, ensaladas y postres, con elaboraciones blandas, y de forma opcional se ofrece café, infusiones y pan, productos que toman como referencia los requerimientos nutricionales y calóricos establecidos para estos grupos.

Los recursos se garantizan a partir de políticas de distribución centralizadas, establecidas por los ministerios de Educación, de la Industria Alimentaria, de la Agricultura, el Mincin, y otros aportes territoriales, puntualizó Portales Pérez.

Como apoyo a la atención a estas personas, dijo, se destinan donaciones del Programa Mundial de Alimentos y se gestionan otros proyectos de colaboración, con los que se benefician unas tres mil 110 personas de las cinco provincias orientales y Villa Clara, y se han entregado equipos de refrigeración y cocción, enseres de cocina e insumos para el servicio de salón. 

El principal desafío que enfrenta el servicio del SAF, según la directora, es lograr el perfeccionamiento concebido para el programa, a partir de prestar servicios integrales y de calidad en los que se complementen la elaboración, la socialización y una permanencia agradable, la participación médica, y la integración de los actores económicos en función de las necesidades del programa, así como la vinculación de los factores comunitarios.

Añadió que los controles gubernamentales son sistemáticos, planificados y sorpresivos, y en ellos intervienen auditores, inspectores, especialistas, representantes del Gobierno, autoridades locales y otros designados por los órganos de supervisión y control que funcionan como mecanismos para evitar desviaciones, corrupción o mal manejo de los recursos destinados al programa.

Entre las acciones previstas para este año para mejorar el SAF, destacó la incorporación de nuevos establecimientos, y en los casos en los cuales no existan o sea insuficiente el servicio, como alternativas, se considera la utilización de establecimientos gestionados por formas de gestión no estatal y/o por personas naturales en viviendas particulares.

Esta última medida es especialmente en zonas rurales y de difícil acceso, con el objetivo de incorporar a más beneficiarios al servicio, y constituir una fuente de ingresos para la familia, una vinculación al empleo y un aporte al Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, declaró Portales Pérez.

(Fuente: Agencia Cubana de Noticias)

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