Lo más natural es ver a la mujer cubana en un centro científico, de investigación, en el deporte, la educación, la defensa o la cultura; puede ser un directivo o no, su presencia en cualquier área es motivo de satisfacción para quienes la rodean ya que sobrecumple a cabalidad cualquier tarea que se le asigna.
El lugar que hoy ocupa tuvo su génesis 65 años atrás cuando el 23 de agosto de 1960 el Comandante en jefe Fidel Castro constituyó junto a Vilma Espín la Federación de Mujeres Cubanas-FMC-.
En aquella ocasión al hablar en el acto Fidel señalaba:
Esta unificación de todos los sectores femeninos de la Revolución, es constituir una fuerza, una fuerza entusiasta, una fuerza numerosa, una fuerza grande y una fuerza decisiva para nuestra Revolución.
Y proseguía el máximo líder de la Revolución: “y hoy se reúnen las mujeres y constituyen esta Federación de Mujeres Cubanas, unidas en esa palabra: cubanas, y unidas en esa bandera que llevan en sus manos. Y se han unido para trabajar, para trabajar y para luchar; se han unido para todas las tareas que la Revolución nos trae; se han unido para la lucha y se han unido para el trabajo; se han unido para ayudar a la patria en cualquier circunstancia.”


Con la fuerza y el entusiasmo que caracteriza a las mujeres se incorporaron paulatinamente a decenas de tareas de envergadura que trajo consigo el desarrollo y la solidez de la Revolución. Estuvieron a la vanguardia de la creación de los círculos infantiles, la alfabetización y el desarrollo educacional que conllevó a un vertiginoso incremento del conocimiento, la tecnología y la innovación tecnológica, así como, un mayor número de Doctores en Ciencias en universidades y otras instituciones.

En sus palabras el máximo líder de la Revolución resume el papel que le correspondió desde los inicios de creada a la FMC.
Por eso contamos con la mujer cubana, ¡la Revolución cuenta con la mujer cubana! y es tarea de la Federación organizar a la mujer cubana, preparar a la mujer cubana, ayudar a la mujer cubana en todos los órdenes: en el orden social, en el orden cultural; elevando su preparación a través de cursos, a través de publicaciones; poniéndola al tanto de todas las cuestiones que son de interés para la mujer.
“La Revolución tiene, sin duda alguna, en el sector femenino de nuestra población, un respaldo muy grande”, afirmaba Fidel, “por eso, desde los primeros instantes se observaron una serie de actividades con la participación activa de la mujer cubana. No era nada nuevo para nuestro país. Nuestro país puede sentirse afortunado en muchas cosas, pero entre ellas, la primera de todas, por el magnífico pueblo que posee. Aquí no solo luchan los hombres; aquí, como los hombres, luchan las mujeres.”
