Este 7 de octubre marca dos años de genocidio, tiempo donde, a juicio de la periodista Arleen Rodríguez, “Israel ha lanzado más mentiras sobre el mundo que bombas sobre Gaza”.
Les traemos la voz del ex combatiente de Al-Fatah Ibrahim Abayat, quien desde su experiencia en la resistencia armada palestina, ve como inverosímil que el ejército y la inteligencia israelíes no tuvieran constancia de los planes de Hamás de atentar contra civiles el 7 de octubre de 2023.
Sobre este particular, se debate sobre penetración en las filas de Hamas y convertir el 7 de octubre en el pretexto perfecto para arrasar con Gaza y poner en práctica el plan para el nuevo Medio Oriente de Netanyahu con un mapa sin Palestina. Los acontecimientos solo confirman que no es el de desarme de Hamas lo que quieren, sino la limpieza étnica y la desaparición del Estado Palestino.
Como si no fuera suficiente, Trump y Netanyahu están jugando con el mundo, con burlas sobre un plan de paz que sólo toma en cuenta la opinión de una de las partes, una propuesta de devolver en 72 horas a los rehenes y a los cadáveres que, en su mayoría, siguen bajo escombros. A ello se suma el desarme donde la administración de Gaza depende de un consenso palestino dondo no todas las partes tienen igual línea. Y claro, todos lo venden como el plan de paz de Trump.
Europa esperó que se desangrara Gaza para reaccionar, cómodamente y sin compromiso, pues parece que se habla de un asiento en ONU para una nación que existía cuando se planteó la creación del supuesto «hogar judío», donde ningún país europeo rompe relaciones con Israel por sus crímenes, ni se habla de reconocimiento del estado Palestino a sus límites a su capital en Jerusalén Este o al regreso de sus hijos expulsados por la política guerrerista de Israel.
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