Código QR: Trabajadores por cuenta propia evaden el pago por transferencia en La Habana

Código QR: Trabajadores por cuenta propia evaden el pago por transferencia en La Habana

Este 15 de agosto, una vecina del municipio Arroyo Naranjo vivió una experiencia que pone de manifiesto las crecientes irregularidades en el sector de los trabajadores por cuenta propia. Al intentar realizar una compra en un establecimiento ubicado en la intersección de Finlay, Gertrudis y Lagueruela, en el propio territorio, la vecina se encontró con una negativa rotunda: “Aquí no aceptamos transferencias”, le indicó la dependienta cuando intentó pagar su compra de refrescos y confituras para sus nietos.

Pero aquí viene lo curioso: en el mismo lugar se exhibía un código QR, junto con un número de tarjeta, lo que daba a entender que sí aceptaban pagos electrónicos. Al preguntar a la dependienta sobre el propósito del código, su respuesta fue clara, aunque evasiva: «Es otra cosa». A buen entendedor, no hace falta más explicación: el código QR estaba allí solo para «salvar el pellejo» si llegaban los inspectores.

El caso no termina ahí. Los precios de los productos estaban escritos en letras microscópicas, casi ilegibles, una violación directa a las normativas del Ministerio de Comercio Interior y Finanzas y Precios. ¡Esto no puede ser! Esta práctica no solo evita el pago por transferencia, sino que también favorece la evasión fiscal y va en contra de los esfuerzos del país por fomentar la bancarización.

En muchos casos, no solo se rechazan los pagos electrónicos, sino que, además, se exige un «sobreprecio» del 10% a quienes se atreven a pagar por transferencia. Esto es totalmente injusto y una falta de respeto hacia los consumidores.

Los habitantes de la comunidad están indignados y exigen mano dura contra estos abusos. Las multas ya no son suficientes; se necesita un cierre total de estos lugares que no cumplen con las regulaciones.

El pueblo está pidiendo mano dura y las autoridades deben tomar decisiones más firmes para garantizar el cumplimiento de las leyes, protegiendo tanto los derechos de los consumidores como la estabilidad económica del país.

¡Es hora de que todos respetemos las normas y hagamos de este país un lugar más justo para todos!

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