Ciudad Escolar Libertad

Construir escuelas no cuarteles

Con la máxima del líder histórico Fidel Castro Ruz de “construir escuelas y no cuarteles”, se inició a nivel nacional un proceso para la conversión de los principales cuarteles militares en ciudades escolares.

En La Habana, el cuartel de Columbia – donde el dictador Fulgencio Batista fraguó su golpe de Estado el 10 de marzo de 1952, y violentó la constitución y las leyes de la República – se le considera como el primer escenario de transformaciones escolares.

Un artículo periodístico da cuenta que la fortaleza militar fue el enclave principal de represión al pueblo; de ahí que la población cubana pedía a gritos su desaparición. El ruido de los fusiles y el terror de las torturas fueron sustituidos por la sonrisa de los infantes. Desde entonces, miles de niños cada mañana saludaron con alegría la enseña nacional.

El derrumbe de los muros del antiguo cuartel de Columbia por Camilo Cienfuegos Gorriarán, inició un proceso de organización e instauración de un sistema estatal para resolver una de las problemáticas sociales latentes en el país: la educación. A partir de ese momento se entregó al pueblo el primer cuartel convertido en escuela: “Ciudad Escolar Libertad”.

El 9 de enero de 1960 marcó un hito en el panorama educacional cubano: Fidel Castro Ruz en compañía de René Vallejo y Luis Crespo comenzaron a derrumbar las murallas de las instalaciones militares del cuartel Moncada, con el objetivo de convertirlo en un centro escolar. Era necesario arrancar de raíz el taller de tortura y muerte, para hacer justicia a los jóvenes de la Generación del Centenario, quienes protagonizaron el 26 de julio de 1953, una nueva etapa por la independencia definitiva del país, alcanzada a los cinco años, cinco meses y cinco días del asalto al cuartel Moncada.

Para rendir homenaje a nuestro Héroe Nacional, José Martí, autor intelectual de la heroica gesta el 28 de enero de 1960, Fidel Castro Ruz, en su cargo de Primer Ministro de Cuba, entrega al Ministerio de Educación el inmueble cuartelario, para educar e instruir a las nuevas generaciones. Nace así, con todo el simbolismo la reconversión del cuartel en aula de clases, la “Ciudad Escolar 26 de Julio”.

En el acto una lluvia de flores en recordación a los mártires de la patria colmó el área del polígono. Las rosas blancas acompañaron la declamación de los versos sencillos de José Martí, dedicados a los miles de santigueros que portaban las banderas cubanas. Junto a Osvaldo Dorticòs, Presidente de Cuba en ese entonces, se encontraba el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien en el discurso pronunciado para la entrega de las instalaciones, señaló:

Y la historia demostrará que, si al fin y al cabo las fortalezas llenas de aspilleras y soldados sucumbieron ante el empuje de nuestro pueblo y la lucha por una causa justa, en cambio nuestras aulas, representantes del pensamiento y la cultura, jamás caerán bajo la fuerza de quien nos la quiera quitar para convertirlas en cuarteles, a fin de defender los privilegios porque esas escuelas las defenderán con trincheras de ideas y no trincheras de piedra.

Fue el tercer cuartel que se transformó en centro de enseñanza a nivel nacional y el primero en el Oriente de Cuba. Otro momento emocionante de ese día, fue cuando Raúl Castro Ruz evocó a los caídos aquella mañana de la Santa Ana. Entre ellos a José Luis Tasende, quien momentos antes de salir a cumplir la misión le manifestó: “Si muero ocúpate de mi hija”. Y allí estuvo Temis Tasende, la hija de José Luis, con la mirada atenta y la emoción en el rostro al escuchar la histórica frase pronunciada por Raúl: “¡ Y hoy, Temita, mira aquí la obra de tu padre…!

Desde ese entonces hasta la actualidad, la Ciudad Escolar cuenta con una matrícula de aproximadamente dos mil estudiantes. Existen cinco Escuelas Primarias que rinden tributo a los mártires del Moncada: “Abel Santamaría Cuadrado”, “Pedro Marrero Aizpurúa”, “Juan Manuel Ameijeiras Delgado”, “Boris Luis Santa Coloma” y “Raúl Gómez García”. Desde hace años se encuentra la Secundaria Básica “José Luis Tasende”.

 De esa forma, se mantiene como una fortaleza del pueblo uno de los principales propósitos de la Revolución Cubana: la educación de forma gratuita y con una elevada calidad a nivel mundial.

Construir escuelas y no cuarteles es la primicia que desde entonces guía el quehacer del pueblo cubano que apuesta por el desarrollo educacional.

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