Un ambiente de fervor patriótico y solidaridad internacional impregna por estos días la capital vietnamita, donde se desarrollan las celebraciones por el 80º aniversario de la Independencia nacional. Es este marco festivo el que arropa la conmemoración de los 65 años de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Vietnam, cuyo acto central tuvo lugar este lunes en el teatro Ho Guom, el cual reunió a representantes de ambos pueblos.
La escena en Hanói resulta impresionante: toda la ciudad se encuentra decorada con banderas nacionales vietnamitas y enseñas del Partido Comunista, un mosaico de rojo revolucionario, en el que también sobresale el pabellón de tres listas azules y dos blancas, así se ven las calles, plazas y edificios públicos. La población abraza masivamente la celebración, con miles de personas llegadas desde diversas provincias que han establecido campamentos en las aceras para asegurar su espacio en el desfile militar. En todo este ambiente late Cuba, una nación distante en más de 16.000 kilómetros, pero que por fuerza de la historia y las justas decisiones, entró en el altar del cariño de la identidad vietnamita.
El evento central de la diplomacia bilateral tuvo lugar en el moderno teatro Ho Guom, colmado por una audiencia que representaba el amplio espectro de la relación cubano-vietnamita: desde veteranos de guerra hasta jóvenes estudiantes, todos unidos por su afecto hacia la isla caribeña. La delegación cubana, encabezada por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, fue recibida con fuertes ovaciones de afecto.







El programa incluyó una gala cultural a cargo del Teatro Militar de Música y Danza, que ofreció una muestra del patrimonio artístico vietnamita sin faltar la cubanía admirada. Como momento culminante, los mandatarios de los dos países dirigieron palabras a los presentes.
El Presidente Díaz-Canel caracterizó la relación como «una referencia obligada de amistad y cooperación» que ha superado las pruebas del tiempo. Destacó el carácter peculiar de estos lazos, que trascienden formalismos y protocolos por basarse en tradiciones e identidades muy profundas.

El mandatario cubano enfatizó además la ejemplaridad de estas relaciones entre dos naciones del Tercer Mundo que comparten ideales de independencia, soberanía y justicia social.
Por su parte, el Presidente vietnamita Luong Cuong, evocó la histórica declaración de Fidel Castro: «Por Vietnam estamos dispuestos a dar nuestra propia sangre», este gesto de solidaridad -subrayó- marcó profundamente la relación bilateral.

Como testimonio tangible de esta relación, se inauguró la exposición fotográfica «Vietnam-Cuba: 65 años de amor leal», que documenta con imágenes de la Agencia Vietnamita de Noticias la historia compartida entre ambas naciones. por más de seis décadas de cooperación y apoyo mutuo, una manera de reforzar la certeza de que ambos países constituyen «dos corazones con un solo latido».
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La conmemoración demostró cómo el espíritu de solidaridad internacionalista, forjado durante las luchas independentistas de Vietnam, perdura y renace en nuevas generaciones que mantienen vivo el afecto hacia Cuba.




