Presencia martiana en memorias cardenenses
2010.04.29 - 11:08:13 / web.radiorebelde@icrt.cu / Miralys Sánchez Pupo
La Habana, Cuba.- Los museos son espacios donde permanece la vida a lo largo del tiempo con lo más importante e identificativo de las épocas y las personalidades que estuvieron en su entorno sea local o universal. Desde tal óptica el Museo Oscar Maria de Rojas satisface esa apreciación cultural y política en el espacio de la ciudad de Cárdenas. Dentro de sus valores patrimoniales también aparecen memorias de José Martí, el más alto pensamiento cubano del siglo XIX, que lo enriquecen.
La edificación del importante espacio cardenense se encuentra en una edificación que cumplió funciones como Casa de Gobierno durante la etapa colonial y se levantó en el año de 1862. Los coches que no han desparecido de la ciudad y las bicicletas actuales tienen la oportunidad de observar aquella fachada de estilo neoclásico, una de las más importantes del entorno y actual cofre de las memorias del pasado de la nación cubana.
A lo largo de sus diez salas expositivas se aprecia el desarrollo de las luchas por la independencia cubana a lo largo de la decimonónica centuria a través de disímiles objetos relacionados con las dos etapas de combate contra el colonialismo tanto en 1868 que en 1895. Es cual libro abierta a todas las miradas actuales. Pero entre ellas están las huellas del más universal de los cubanos: José Martí.
El Museo cuenta con una sala dedicada a José Martí, que comprende una de las colecciones mayores sobre el Maestro que exista fuera de la capital, la cual muestra importante originalidad en sus medios expositivos colocados ante el público de visitantes cotidianos de aquella ciudad matancera.
La apertura de esa colección se debió a su primer director, Oscar María de Rojas, quien se interesó por acopiar muestras de gran valor histórico, que además no han podido ser localizadas para otros puntos del país. Entre ellas sobresale la mesa en que el Maestro firmó las Bases del Partido Revolucionario Cubano, en su oficina de Nueva York, que fue restaurada por manos de artesanos cardenenses.
Otros de los elementos más atractivos resultan medios vinculados con el Martí adolescente. Se trata de la llave del camarote del barco Olivetti, donde viajó a Cayo Hueso. Además de un fragmento de madera del primer ataúd donde fueron colocados los restos del Maestro, después de caer en combate en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895, en defensa de sus ideas.
Las muestras que retan al tiempo permiten un acercamiento para todos, pero son de especial interés para las más jóvenes generaciones de cubanos, quienes tienen la oportunidad de observar un lugar que el Comandante en Jefe Fidel Castro consideró esencial en la actual batalla de ideas.