Camagüey, Cuba. – La inclusión como Derecho Humano fundamental, promueve la participación activa de todas las personas, sin condición, en el desarrollo social, político, económico, cultural y civil.
La joven Marian Tejedor Ramírez, presenta una discapacidad física, por su pequeña estatura, de apenas un metro y quince centímetros de alto…
–“Referente a mi baja estatura, sí, se tiene en cuenta como una discapacidad, enanismo”.
–¿Qué barreras ha enfrentado Marian Tejedor Ramírez, por su pequeñita estatura…?
–“Puedo decir que he tenido en la vida más momentos gratos, por la manera en que me educaron para a enfrentar esta situación, porque mis padres sabían que me iba a encontrar con muchas situaciones en la vida que quizás no me iban a hacer del todo gratas, teniendo en cuenta la opinión de las personas.
En la vida me iba a encontrar personas que me iban a querer tal y como soy; otras no lo iban a entender y me iban a hacer sentir diferente por eso; pero nada, soy un ser humano como cualquier otro, con valores, con sueños, con metas que he logrado y otras por cumplir, y no me diferencio del resto de las personas desde mi punto de vista en nada que no sea una característica física, que para mí nunca ha sido una barrera.
–Hay un viejo refrán que dice que el tamaño de las personas se mide de la cabeza al cielo, entonces eres más grande que los demás.
–“Bueno, sí, esa frase siempre me la decía mi papá, al tener en cuenta que a las personas no solamente las distinguen las características físicas, también el intelecto, lo que seamos capaces de lograr en la vida, nuestros conocimientos; y eso, tener un motivo para vivir, más allá de mirarme cada mañana en el espejo y decir, soy pequeña. Sí, lo soy, soy de baja estatura, pero eso no me limita a lograr todo lo que quiero”.
–¿Físicamente existen algunas limitaciones…?
–“Por ejemplo, se dan situaciones como, cosas que no puedo quizás alcanzar, o ciertas alturas a las que no puedo llegar; pero siempre busco la alternativa, ese plan B para lograrlo y pensar, puede ser una barrera, pero ya cuando sé cómo enfrentarla, deja de serlo”.
La inclusión social es un Derecho Humano fundamental, en tu caso, ¿cómo lo has manejado? ¿Te has sentido excluida socialmente?
–“Teniendo en cuenta la educación recibida, las escuelas a las que asistí, y también los centros de salud o espacios donde nos desenvolvemos en el ámbito cotidiano, nunca me he sentido excluida. Por ejemplo, desde que empecé en la escuela primaria, sentí ese cariño de los profesores, tanto como el que le tenían al resto de mis compañeros.
No noté siquiera esa sobreprotección que puede pasar en estos casos, porque siempre tuve maestros que se encargaron de hacerme sentir igual al resto, con respecto a los deberes y los derechos, porque me exigían tanto como a los demás, y esas son cosas que actualmente agradezco muchísimo.
–¿En qué situaciones te has sentido entonces excluida…?
–“Pues, lo he visto más en el ámbito cotidiano de la sociedad, cuando voy por la calle, o cuando son personas que nunca han visto a alguien de baja talla, con enanismo, y son un poco indiscretos. A veces utilizan frases ofensivas para referirse a mi tamaño; a lo mejor lo hacen sin motivo de ofender, pero lo logran.
Y son cosas con las que he aprendido a lidiar y pasan. Siempre voy a estar expuesta a eso; como mismo he estado expuesta a lo bueno, afortunadamente, y solo es saber convivir con eso, y tener en cuenta que no me va a definir en mi vida futura, ni en lo que hago y seguiré haciendo, porque ya te digo, vivo con eso, feliz.
Marian Tejedor Ramírez, es locutora en la emisora provincial Radio Cadena Agramonte, de Camagüey; de muy pequeñita estatura, pero con una voz grande, que llega a miles de oyentes….
–“No me gusta calificarme yo misma; pero así opinan muchos de mis compañeros y amigos oyentes. Son cosas que me dicen que me alegran cada día la existencia, y me dan a entender que algo estoy haciendo bueno en la radio.
Empecé muy joven, una niña de ocho o nueve años de edad, en un programa de aficionados, El Ombligo del Caracol, en el año 2009, cuando la radio era un pasatiempo para mí.
–Un programa infantil, en Radio Cadena Agramonte…
–“Sí, un programa infantil, que tenía ese propósito, ir enamorando a los niños en este mundo radial, para garantizar la cantera del futuro; y después, pasé el curso de locución cuando tenía 19 años”.
–Profesionalmente, ¿entonces te sientes realizada en la radio?
–“Sí, me siento muy realizada, no solo por todo lo que he logrado, sino también por la aceptación que he tenido en este medio, ya sea como locutora, y en la Dirección provincial de Radio, donde me desempeño como traductora y Jefa de la Página web de Cadena Agramonte, ya que estudié Licenciatura en Lengua Inglesa, en la Universidad de Camagüey.
Me siento muy bien porque es un lugar donde tengo el cariño de mis compañeros de trabajo, de los oyentes, donde se ve la inclusión, no solamente en mi caso, sino también con otros compañeros que conozco, y donde abogamos por los Derechos Humanos que tenemos todos.
En Cuba, personas como Marian Tejedor Ramírez, tienen asegurado el pleno ejercicio de sus derechos, aún en situación de discapacidad; y la inclusión y participación social, es un derecho universal refrendado en la Constitución de la República.
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