En la sede del Consejo de Ministros, lugar donde Ricardo Cabrisas Ruiz consagró gran parte de su vida a Cuba y su Revolución, este miércoles se realizó el homenaje póstumo a quien será para todos los tiempos un símbolo de ética y fidelidad.
Una ofrenda floral del líder de la Revolución cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz -quien envió a sus familiares las más sentidas condolencias- fue colocada junto a la urna que guarda las cenizas de un gran cubano que, como expresaron sus colaboradores más cercanos y compañeros de trabajo, siempre ha llevado a la Patria en el corazón.

Otras ofrendas, también con flores blancas, custodiaron la ceremonia, en nombre del Presidente de la República, del Primer Ministro, del Partido Comunista de Cuba, de la Asamblea Nacional del Poder Popular, del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y de los trabajadores de su querido Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, entre otros arreglos florales como expresión de tributo y respeto a su memoria.
Junto a la imagen de Cabrisas fueron mostradas las condecoraciones que recibió durante su fecunda trayectoria como dirigente del Gobierno, político y combatiente, donde se destaca el Título Honorífico de “Héroe del Trabajo”. Allí también estuvo la bandera de la estrella solitaria que tanto defendió en escenarios nacionales e internacionales.


Con el dolor de la partida física de un compañero muy querido y admirado, la viceprimera ministra Inés María Chapman nos acerca a su ejemplo de ética, austeridad, lealtad y amor por Cuba.
Cabrisas es un gran hombre, un gran combatiente y un gran revolucionario, muy leal a la Revolución y al pueblo cubano. Siempre estaba pensando en cómo dar solución a los problemas, siempre gestionando en lo práctico, muy dinámico. A Cabrisas hay que recordarlo trabajando mucho, buscando salidas ante las dificultades.
En ese sentido, recordó que «hasta el último momento, estando enfermo, estuvo combatiendo, y ese es el ejemplo que debemos seguir todos».
Junto a sus familiares, una fila numerosa de compañeros de trabajo de diferentes instituciones y sectores, rindió tributo a Ricardo Cabrisas durante toda la mañana del miércoles, hasta el filo del mediodía.
Entre ellos, se encontraba, Élida Valle Fernández, quien trabaja desde hace más de cuarenta años en la sede del Consejo de Ministros. Desde su cercanía en su puesto de trabajo, nos asegura que «Cabrisas era muy disciplinado, trabajador, incansable, buen amigo y consejero, un hombre fiel a Fidel, a Raúl y al presidente Díaz-Canel».

Emocionada rememora que «luchó hasta el último momento de su vida, pues hace quince días él estuvo trabajando en su despacho; ese es Cabrisas; ese es el legado que nos deja».
«Más que un jefe, se va un amigo», dice Sabina Clavel, quien labora en su oficina en las actividades de limpieza.
Y desde el ámbito del comercio exterior y la inversión extranjera, donde quedaron para siempre las innumerables batallas encabezadas por Cabrisas, los más jóvenes ratifican la importancia de continuar su legado.
El viceministro primero del MINCEX, Carlos Luis Jorge Méndez, resaltó sus enseñanzas para todos los directivos y trabajadores del sector, porque «Cabrisas no solo se distinguió por su conocimiento y dominio de los temas, y por ser una persona altamente respetada en Cuba y en el extranjero; sino que fue un ejemplo permanente de consagración y de compromiso».

Por su parte, Laura Soler Díaz, a cargo de las Relaciones Económicas Internacionales con Europa, en el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, asevera que «Cabrisas siempre nos enseñó lo que es la disciplina, el sacrificio, y, fundamentalmente, lo que es sentir en el pecho qué cosa significa Cuba».
La joven funcionaria, de 30 años de edad y graduada de Relaciones Internacionales, afirmó que «Cabrisas nunca dejó de pensar por Cuba, le preocupaba día a día todo lo que ocurría en el país, y ese era su desvelo, una lucha contra el tiempo, porque necesitaba hacer mucho más».
Valoró que «eso es digno de admirar»; y «nos enseñó lo que es la cultura del detalle, ser meticulosos con la responsabilidad que tenemos y a quién nos debemos».



Miembros del Buró Político, dirigentes del Partido, el Estado y el Gobierno, rindieron homenaje póstumo a Ricardo Cabrisas Ruiz. Representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en el país también asistieron al homenaje para un hombre cuya fidelidad, conocimientos y capacidad lo hicieron merecedor del respeto y la confianza para que le fueran encomendadas altas responsabilidades, como la de representar a Cuba en la arena internacional y en debates de política y comercio exterior.

La última Guardia de Honor estuvo encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz- Canel Bermúdez, quien con anterioridad, en horas de la mañana, había asistido al inicio del tributo. Acompañaron al mandatario, en la Guardia de Honor, los miembros del Buró Político, Esteban Lazo Hernández, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado; Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro; y Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central.
Escuche y descargue la propuesta radial.
En los minutos finales de la ceremonia, y luego de que cada participante depositara una flor, la hermosa familia que Ricardo Cabrisas fundó y construyó, mostró todo su respeto y amor al esposo, al padre y al abuelo, al cubano íntegro que siempre llevó a Cuba en su corazón.



