VIENTIANE. – En una visita de Estado calificada como un «hito histórico» para las relaciones bilaterales, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sostuvo conversaciones este miércoles en Vientiane con su homólogo laosiano, Thongloun Sisoulith, en un encuentro marcado por la fraternidad y la reafirmación de la cooperación entre ambos países socialistas.
La agenda del mandatario cubano comenzó con un acto de profundo simbolismo: la colocación de una ofrenda floral en el Monumento al Soldado Desconocido de Laos.
En una ceremonia solemne, Díaz-Canel rindió tributo a los miembros del Pathet Lao que ofrendaron sus vidas durante la Lucha de Treinta Años (1945-1975) por la liberación nacional.





El imponente monumento, con sus siete plataformas coronadas por una estupa y una estrella dorada, fue el escenario de este gesto de respeto y admiración por la historia patria de Laos, un ritual protocolar que refleja el compromiso con la memoria de los ancestros y revolucionarios.
Luego de recibir al Jefe de Estado caribeño con un fuerte abrazo en el Palacio Presidencial y de realizar la ceremonia frente a las tropas formadas en su honor, el Presidente de Laos le ofreció «una cálida y fraterna bienvenida» en las conversaciones oficiales.

«Creo firmemente que su visita será otro hito histórico en fortalecimiento y mejora de las relaciones amistosas», afirmó Sisoulith, tras recordar los recientes encuentros bilaterales en Vietnam y China.



Desde su llegada, Díaz-Canel agradeció las «muestras de cariño y hospitalidad» y transmitió un «cálido saludo» del General de Ejército Raúl Castro Ruz, a quien el gobierno laosiano también trasladó afectos.
En su intervención, el Presidente cubano se refirió a Sisoulith como «hermano, amigo y querido compañero».
«Siempre me doy cuenta de que nuestra relación de amistad es sincera, honesta y muy fuerte como las relaciones entre nuestras naciones y pueblos», declaró Díaz-Canel. «Porque siempre que nos encontramos, de ambas partes, nace de inmediato una sonrisa y un afecto al saludar».

El mandatario recalcó que su visita refleja la «alta importancia» que Cuba concede al desarrollo de los vínculos bilaterales y al diálogo político con Laos, con quien les unen «estrechos, indestructibles e históricos lazos de amistad y colaboración».
La reunión contó con la presencia de una amplia delegación de alto nivel del gobierno laosiano, lo que demuestra la prioridad que el país anfitrión otorga a esta relación. Estuvieron presentes el jefe de la Comisión de Relaciones Exteriores del Comité Central del Partido, así como representante de los ministerios de Educación, Agricultura, Medio Ambiente, Industria y Comercio, lo que sugiere una agenda de trabajo integral que busca profundizar la cooperación en múltiples sectores.

De igual manera, el acto de homenaje en el sagrado recinto de That Luang no fue solo un gesto protocolario, sino un símbolo de la fraternidad entre dos pueblos que honran por igual a sus héroes y construyen, sobre el pilar de la memoria, un futuro de cooperación mutua
También está mañana el Jefe de Estado cubano fue recibido en la sede del Gobierno laosiano por el Primer Ministro del país asiático.
Es una nueva oportunidad —dijo— para proseguir desarrollando las relaciones bilaterales y continuar estrechando la hermandad entre ambos partidos, gobiernos y pueblos, «testimonio de lo cual es —señaló— el exitoso intercambio que sostuvo hoy con nuestro Secretario General del Comité Central del Partido y Presidente, compañero Thongloun Sisoulith».

Siphandone recordó la fructífera visita que realizó a Laos el compañero Manuel Marrero Cruz, primer ministro, a quién envió afectuosos saludos, al igual que al presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo Hernández, quien el pasado año vino a Vientiane para participar junto al pueblo laosiano y sus autoridades en las celebraciones por el 50 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas.
El mandatario cubano recordó la fecha como un símbolo de los vínculos entre dos pueblos, cuya amistad y colaboración se remonta a los años 60 y 70 del pasado siglo, cuando médicos cubanos fueron acogidos en las cuevas de Viengsay para dar atención al pueblo laosiano durante su lucha de liberación.
Es una amistad —agregó— que se forjó en los lazos entrañables que crearon el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el héroe nacional de Laos, el Presidente Kaysone Phomvihae. Y fue en esa relación de amistad, de hermandad —apuntó Díaz-Canel— en la que nuestra generación creció, por lo que somos herederos de ella y continuaremos comprometidos con esa relación.

El Jefe de Estado transmitió al primer ministro Sonexay Siphandone un afectuoso saludo de su colega, Manuel Marrero Cruz, y le realizó una invitación para visitar Cuba cuando su agenda se lo permita.
La gira asiática de Díaz-Canel, que incluyó paradas en Vietnam y China, y culmina en Laos, refuerza la diplomacia sur-sur y los lazos entre países aliados que comparten una historia común de lucha anticolonial y la defensa de un camino socialista propio.
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