Si alguna vez escuchaste una décima improvisada en Cuba, es probable que el nombre de Tomasita Quiala te resulte familiar.
No solo fue una de las voces más queridas y respetadas en el arte del repentismo, sino que su vida y obra se convirtieron en símbolo de autenticidad, superación y cubanía.
Hoy, el podcast “Encuentro” le dedica un episodio especial para celebrar su legado y acercar su historia a nuevas generaciones.
¿Qué es el repentismo y por qué es tan cubano?
Antes de adentrarnos en la vida de Tomasita, vale la pena aclarar qué es el repentismo. En palabras sencillas, es el arte de improvisar versos, generalmente en décimas, sobre cualquier tema que proponga el público o el momento.
Es una tradición muy arraigada en la cultura campesina cubana, aunque se practica en varios países de habla hispana. El repentismo es mucho más que un simple juego de palabras: es poesía viva, ingenio a flor de piel y, muchas veces, un canal de denuncia social, celebración o reflexión.
En Cuba, el repentismo se considera Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y ha sido una escuela de grandes poetas populares, desde Indio Naborí hasta las nuevas generaciones que hoy improvisan en festivales y programas de televisión.
Tomasita Quiala: de Banes para el mundo

Nacida en Banes, Holguín, en 1961, Juana Tomasa Quiala Rojas—mejor conocida como Tomasita Quiala—se trasladó a La Habana a los ocho años y desde muy joven mostró un talento fuera de serie para la improvisación.
Su formación comenzó en la escuela para ciegos Varona Suárez, donde rápidamente se destacó por su dominio de la décima y su rapidez mental para improvisar versos profundos y certeros.
Su primera gran aparición fue casi por casualidad, cuando intervino en una canturía para defender a otro poeta y se ganó el aplauso del público. Desde entonces, su carrera solo fue en ascenso.
Una carrera forjada en el arte y la comunidad
Tomasita inició su carrera profesional en 1986 en el Centro Provincial de la Música “Antonio María Romeu” de La Habana, pero su arte no se quedó solo en escenarios locales. Llevó la décima cubana a España, Portugal, México, Colombia y Argentina, convirtiéndose en embajadora de la cultura popular cubana.
Su presencia en emblemáticos programas de la televisión cubana, como Palmas y Cañas y El motor de arranque, la hizo un rostro familiar y querido en toda la Isla.
El público la bautizó con apodos llenos de cariño: “la cieguita maravillosa”, “la Alondra de La Lisa” y “la Novia de Canarias”.
Premios y reconocimientos de Tomasita Quiala

Su trayectoria fue reconocida con numerosos premios, entre ellos el Premio Iberoamericano Indio Naborí, la Distinción por la Cultura Cubana, el Bastón de Cristal, la Distinción Antero Regalado, la 23 de Agosto y el Sello por la Rehabilitación, entre otros.
Tomasita Quiala falleció en La Habana, dejando una huella imborrable en la cultura cubana. Su voz, su ingenio y su ejemplo siguen inspirando a nuevas generaciones de repentistas y amantes de la décima.
Como dijo el reconocido poeta Alexis Díaz-Pimienta:
“Improvisar contigo, o verte simplemente improvisar, es (era) el equivalente a graduarse de repentista en la única universidad que tiene nombre de mujer en vida, con vida, vital y vitalísima: la Universidad Popular Tomasita Quiala Rojas”.