La secretaria de Educación de Estados Unidos, Linda McMahon, dijo durante las últimas horas que el gobierno no otorgará nuevas subvenciones a la Universidad de Harvard. En carta publicada en la red social X, afirmó que la universidad ha «incumplido con sus obligaciones legales”.

La misiva de McMahon, dirigida al rector de Harvard, Alan Garber, señala que la universidad se ha «burlado del sistema de educación superior», pues la administración Trump ha expresado en varias oportunidades que la institución se ha visto invadida por la ideología de izquierda y el antisemitismo.

Por su parte, la alta casa de estudios transmitió una declaración en X que dice que: «Harvard seguirá defendiéndose de las extralimitaciones gubernamentales ilegales que buscan sofocar la investigación y la innovación que contribuyen a la seguridad de los estadounidenses».
“Ciertamente estamos considerando cómo financiar nuestro trabajo a largo plazo y si deberíamos disminuir nuestra dependencia del gobierno federal”, señaló Garber en una entrevista con The Wall Street Journal. “Dicho esto, consideramos un honor poder realizar trabajos que aborden prioridades nacionales”.
El contexto
Desde fines de marzo, el gobierno de Estados Unidos intensificó sus revisiones sobre Harvard y no solo suspendió nuevas subvenciones, sino que también advirtió que podría revocar la exención fiscal de la institución y limitar la admisión de estudiantes internacionales. Asimismo, inició una evaluación de los informes de la universidad sobre donaciones extranjeras.

Hace un mes, Harvard demandó a la administración Trump para impedir que cancelara 2.000 millones de dólares de fondos federales existentes. La petición presentada por la universidad sostiene que el gobierno violó los derechos constitucionales y el debido proceso legal. En un mensaje dirigido a la comunidad universitaria, Garber advirtió que “las consecuencias del exceso de autoridad del gobierno serán graves y duraderas”.
El fallo del Tribunal Supremo de 2023 sobre las admisiones universitarias ya había colocado a la casa de altos estudios bajo una presión significativa para revisar sus políticas de admisión.
Ciertamente Harvard, se ha convertido en un símbolo de las batallas culturales que dominan actualmente el panorama político estadounidense.
Durante los últimos días, decenas de estudiantes se reunieron en el campus universitario y llamaron a la dirección a mantenerse sin variaciones en su lucha contra la administración Trump. Según CNN, fue la última muestra pública de apoyo que la comunidad de Harvard ha mostrado luego de las acusaciones de la Casa Blanca.

“Todos estamos muy orgullosos de la dirección de la universidad por la forma en que se ha enfrentado a la administración Trump y se ha mantenido firme”, expresó el estudiante de segundo año Caleb Thompson, copresidente de la Asociación de Estudiantes de Harvard.
También alumnos entrevistados por la cadena de televisión estadounidense, dijeron que Harvard no “renunciará a su independencia ni a sus derechos constitucionales”, incluso cuando se enfrenta a graves consecuencias y un alto escrutinio.
La universidad también informó recientemente que entregó datos al Departamento de Seguridad Nacional en respuesta a una solicitud de información sobre supuestas actividades ilegales y registros disciplinarios de estudiantes internacionales. Sin embargo, no especificó qué datos fueron compartidos.