“La trascendencia del hecho que recordamos es parte de un legado de dignidad e independencia”, reflexionó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez al compartir ideas con un grupo de jóvenes pineros de varios sectores, a propósito del aniversario 70 de la excarcelación de Fidel y de los Moncadistas, tras sufrir aislamiento en el llamado Presidio Modelo en la otrora Isla de Pinos desde Octubre de 1953 hasta su salida un 15 de Mayo de 1955.
Resultó un nuevo encuentro con la historia, a pocos metros del mismo lugar donde 29 jóvenes permanecieron en condiciones de cautiverio, en el antiguo Presidio Modelo, que conserva algunas huellas de lo que fue entonces la prisión durante 15 meses.
El profesor e historiador pinero, Humberto Unger Pérez enfatizó acerca del impacto que la excarcelación de Fidel y los Moncadistas tuvo, un periodo de formación para asumir posteriormente la lucha por la definitiva independencia de nuestro país.

Durante más de una hora, la historia emergió a flor de piel, como continuidad entre generaciones. Un héroe vivo, protagonista de estas acciones compartió el diálogo con los jóvenes presentes. El único que estuvo en el Presidio Modelo, después en el exilio, combatió en la Sierra Maestra y vino después en la invasión desde Oriente a Occidente como parte del Ejército Rebelde.
El Comandante de la Revolución cubana, Ramiro Valdés Menéndez, habló con pasión, con la autoridad que le confiere su participación en episodios épicos de la historia patria. Lo hizo con la modestia que le caracteriza, asumiendo pasajes familiares que lo formaron como revolucionario, el ejemplo de Fidel, Raúl y sus compañeros de batalla y del compromiso eterno con Cuba, que tiene como hilo conductor y guía a la historia.

Los jóvenes hablaron. Lo importante no resultó solo conocer los detalles de los acontecimientos de primera mano, sino la convicción de asumir y beber de las enseñanzas de la historia contada, para ubicarse en el papel que les corresponde desempeñar a las generaciones actuales, casi de edades similares a las que tenían los asaltantes al Moncada.



Entre risas, pero también con eterna gratitud, los jóvenes agradecieron el nuevo momento. Díaz-Canel reflexionó sobre lo que representó el tiempo vivido por Fidel y los Moncadistas en la prisión, porque según consideró, para Fidel ¨resultó un tiempo de consolidación de su visión como líder para materializar la victoria¨, lo que después trascendería en el tiempo como la llamada prisión fecunda.
Ellos convirtieron el aparente revés en victoria, en formación ideológica e histórica, fortalecieron convicciones, y gestaron ideas estratégicas de comunicación política, por eso resultó una prisión fecunda.
Hay un legado de heroísmo, unidad y estoicismo, aquí se defendió la unidad, la independencia y los valores, y lo hicieron con dignidad y firmeza de principios.
“Con la encarcelación de Fidel y los Moncadistas quisieron matar ideas y por el contrario, este hecho se convirtió en luz de ideas, de ahí el simbolismo que estamos conmemorando. Aquí hay mucha enseñanza”, acotó.
Al compartir ideas con setenta jóvenes pineros de varios sectores Díaz-Canel ratificó las prioridades del país: en el ámbito ideológico asegurar la unidad para continuar construyendo nuestro proyecto social; la batalla económica que resulta impostergable para vencer y asegurar la sostenibilidad y el avance de la nación, y no menos importante el enfrentamiento a actitudes negativas que lastran y ralentizan nuestro desarrollo como proyecto socialista.

Pocos meses después tras ser encarcelado, el 19 de diciembre de 1953, ya el joven Fidel escribía a propósito de su aislamiento en el llamado Presidio Modelo, “Desde aquí terminó de forjar mi visión del mundo y completo el sentido de mi verdad. (…) siento reafirmarse más mi convicción de sacrificio y de lucha”.
Ellos hicieron posible el triunfo años después, su sentido de la dignidad, soberanía e independencia, nos dieron la libertad definitiva.
Escuche y descargue la propuesta radial.