Por: Ines María Alfonso Rodríguez
Lester Alexis Chio Alonso, clarinetista cubano radicado en Francia, es un músico cuya trayectoria fusiona la pasión caribeña con el rigor europeo. Recientemente condecorado por el Senado francés por su labor en el fortalecimiento de los lazos culturales entre Cuba y Francia, Chio Alonso reflexiona en esta entrevista sobre sus inicios, su visión de la música y el rol social del artista.

Los inicios: un amor inesperado por el clarinete
-Comenzaste tus estudios en el Conservatorio Guillermo Tomás de Guanabacoa, pero el clarinete no estaba entre tus instrumentos predilectos. ¿Cómo se convirtió en tu especialidad?»
«Fue un proceso orgánico. En las pruebas de ingreso, el clarinete no estaba en mi radar, pero la dedicación de mi primera maestra, Marcia Benavides, lo transformó en mi instrumento favorito. Años después, el encuentro con el Maestro Vicente Monterrey confirmó esa elección y marcó mis primeras experiencias artísticas. Muchos han influido en mi carrera, pero destaco a Richard Vieille, quien, junto a mis maestros cubanos, ha sido clave en mi camino en Francia.»
Cuba y Francia: dos escuelas, una identidad
-Tu formación abarca dos mundos: Cuba, con su espontaneidad, y Francia, con su disciplina. ¿Cómo integras estas influencias en tu interpretación?
«La combinación es enriquecedora. La creatividad latinoamericana y el rigor occidental —sin generalizar— se complementan. Con los años, he aprendido que la técnica debe servir a la interpretación, no al revés. Ese equilibrio define mi musicalidad.»

El artista como educador
-Hablas de la misión social del músico. ¿Por qué es crucial acompañar a jóvenes estudiantes?
«El artista no solo interpreta; educa y transmite valores. Practicar con inteligencia y pasión es la base, pero también debemos guiar a las nuevas generaciones. La música es un vehículo para construir sociedades más nobles, y eso implica compromiso pedagógico.»



La condecoración: un reconocimiento colectivo
-Recientemente recibiste una medalla del Senado francés. ¿Qué simboliza este honor?
«Es un reconocimiento a décadas de cooperación cultural entre Cuba y Francia. No es solo mío: incluye a instituciones, marcas y colegas que han hecho posible estos proyectos. Destaca cómo la educación artística —priorizada por Cuba, un país pequeño pero grande en logros— fortalece lazos bilaterales.»

-¿Qué hace único al clarinete en tu experiencia?
«¡Es un instrumento mágico! Su sonoridad cálida, los agudos luminosos y su paleta de matices enamoraron a Mozart y a mí. Los compositores románticos lo sabían: el clarinete canta, susurra y emociona como pocos.»
-¿Qué viene para ti en 2025?
«En julio estaré en Holguín con Ruta de Colores Concertantes, un proyecto pedagógico y musical que cofundé con Helson Hernández. En agosto, participaré en el Festival de Clarinete de Oaxaca (México), y en septiembre iniciaré tres grabaciones en Francia. La música sigue siendo un viaje sin fin.»
Lester Alexis Chio Alonso deja claro que su carrera no es solo una búsqueda artística, sino un puente entre culturas. «La práctica cotidiana y la gestión individual son vitales —dice—, pero lo esencial es mantener el respeto y la pasión por la música».
