En el aniversario 210 de su natalicio, Cuba rinde homenaje a Mariana Grajales Cuello, figura emblemática de la independencia y la dignidad nacional. Reconocida como la Madre de la Patria, Mariana fue una patriota mulata, hija de padres dominicanos, que dedicó su vida a la lucha por la libertad de Cuba y a la formación de una estirpe de héroes, los Maceo, quienes simbolizan el valor y la hidalguía del pueblo cubano.
Mariana nació en Santiago de Cuba en 1815 y desde su hogar estableció un ejemplo excepcional de conducta humana en medio de un contexto adverso. Educó a sus hijos con principios de disciplina, organización y amor a la patria, alentándolos a combatir por la independencia. Su esposo, Marcos Maceo, y varios de sus hijos cayeron en las guerras que marcaron la historia cubana: la Guerra de los Diez Años, la Guerra Chiquita y la Guerra del 95. Sus hijas también participaron activamente, trabajando en hospitales de campaña.
El Primer Ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, recordó a Mariana evocando las palabras de José Martí, quien destacó la grandeza y decoro de su vida sencilla, que “es como de la raíz del alma”. Por su parte, Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, afirmó que el mejor tributo a Mariana es mantener la independencia y soberanía absoluta de Cuba.
De igual manera, Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, declaró: » En el aniversario 210 del natalicio de Mariana Grajales, le rendimos el mejor tributo posible: mantener la independencia y absoluta soberanía de Cuba».
Mariana Grajales falleció en el exilio en Kingston, Jamaica, en 1893, pero su legado permanece vivo como símbolo de la entereza y rebeldía de la mujer cubana, un ejemplo de entrega incondicional a la causa libertaria y a la dignidad nacional.
Este 12 de julio, honramos a Mariana Grajales, madre de todos los cubanos, cuyo espíritu sigue inspirando la defensa de la soberanía y la justicia social en Cuba.