Miradas que alimentan: El arte como puente para la conciencia social

Miradas que alimentan: El arte como puente para la conciencia social

La galería del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales (CDAV) de La Habana se vistió de gala para acoger la inauguración de la exposición del concurso de artes visuales “Miradas que alimentan. Arte para la conciencia”, una iniciativa del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en colaboración con el Consejo Nacional de Artes Plásticas (CNAP), la Universidad de las Artes (ISA), la Academia Nacional de Artes Plásticas San Alejandro y el propio CDAV.

El evento, que reunió a artistas de diez provincias cubanas y a estudiantes de las principales instituciones artísticas del país, se erige como un testimonio del poder del arte para sensibilizar y movilizar en torno a causas fundamentales como la nutrición y la seguridad alimentaria.

Un concurso plural y diverso

La convocatoria de este año atrajo a 58 artistas, quienes presentaron 70 obras en una amplia variedad de soportes, técnicas y formatos. De este universo creativo, el jurado seleccionó a 27 artistas con 30 obras para integrar la muestra expositiva, de las cuales 12 resultaron finalistas.

Las piezas provienen de provincias como Pinar del Río, Matanzas, La Habana, Artemisa, Mayabeque, Villa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas y Holguín, así como de estudiantes del ISA y San Alejandro, lo que confiere a la exposición un carácter nacional y plural.

La curaduría, a cargo de Marilín Sampera —quien también presidió el jurado de premiación—, destaca la riqueza conceptual y formal de las obras, que abordan la alimentación y la nutrición desde perspectivas tan diversas como la denuncia social, la poesía visual o la experimentación plástica.

“Invitamos a los artistas a reflexionar sobre la importancia de la nutrición como base para una vida saludable, y el resultado demuestra cómo el arte es una herramienta poderosa para sensibilizar, cuestionar y generar conciencia”, afirmó Sampera en la apertura.

El PMA y el arte: una alianza para el cambio

Etienne Labande, miembro del programa del PMA, subrayó la relevancia que la organización otorga a la educación y la sensibilización a través del arte. Desde hace años, el PMA ha entendido que su labor va más allá de la distribución de alimentos o la promoción de la producción agrícola: implica también transformar percepciones, hábitos y conocimientos en torno a la alimentación.

“Para nosotros, retomar este concurso es fundamental. No solo es una exposición, sino una serie de eventos que incluyen fotografía, artes plásticas para adultos y un concurso infantil, que ya es casi una tradición para el PMA en Cuba”, explicó Labande. “El arte nos permite transmitir mensajes sobre la seguridad alimentaria y la nutrición de una manera diferente, más emocional y perdurable”.

Esta estrategia de vinculación con el arte ha permitido al PMA, a lo largo de los años, llegar a públicos diversos y promover la reflexión sobre temas tan complejos como el acceso a los alimentos, la sostenibilidad y la importancia de una dieta equilibrada. La educación nutricional, tanto formal como a través de lenguajes alternativos como el arte, es una de las apuestas más innovadoras del programa en el país.

Ganadores y obras destacadas

El primer premio de esta edición fue otorgado a Liesther Amador González por su obra “Fragmento de un pasaje con arcoíris”, una pieza que invita a la esperanza y la resiliencia. El segundo premio recayó en Yasiel Álvarez Borges con “Clara Resistencia”, un óleo sobre lienzo que interpela sobre la fortaleza ante la adversidad. El tercer galardón fue para Jarol Lázaro Rodríguez Morales por “Aliento de los dioses”, una obra que explora la espiritualidad de la alimentación.

Un arte que nutre el pensamiento

“Miradas que alimentan” es mucho más que una exposición: es un llamado a la conciencia colectiva, una invitación a repensar nuestra relación con la comida y a comprender la nutrición como un derecho y una responsabilidad compartida.

El arte, en este contexto, se convierte en un puente entre la emoción y la acción, entre la belleza y el compromiso social. La muestra, itinerante por naturaleza, promete llevar este mensaje a diferentes rincones del país, alimentando no solo el cuerpo, sino también el alma y la conciencia de quienes la visiten.

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