Cienfuegos, Cuba.- Ana Luisa García, de 23 años de edad y recién graduada de Licenciada en Derecho, en la Universidad Carlos Rafael Rodríguez, de esta ciudad, nunca olvidará cuando se convirtió en uno de los más de cien mil cubanos de los diversos sectores de la sociedad, que merecieron  la Distinción Jóvenes por la Vida.

En su mente quedan para siempre las tareas de impacto realizadas a lo largo de cinco años de estudios y asegura fueron muchas las acciones que le valieron el reconocimiento de Jóvenes por la Vida, puesto en sus manos en presencia del Secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas del país, Diosvany Acosta Abrahantes.

“Muchas veces he visitado la Casa de Niños sin Amparo Familiar y el Hogar de Ancianos, entre otros centros necesitados de nuestra presencia”, confiesa Ana Luisa, quien participó en varios trabajos voluntarios de la agricultura, por ejemplo, cosechando productos en diversas empresas, como la de Cultivos varios Horquita, en el municipio cienfueguero de Abreus.

“También formé parte de las múltiples acciones de enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19, y en el Sistema de Atención Familiar llevando comidas a los adultos mayores hacia sus viviendas junto con otras tareas en las que nos movilizamos las brigadas universitarias desplegando gran amor”.

“Los jóvenes estamos dispuestos para todo lo que se necesite y pueden contar con nosotros. Es un honor haberme graduado en la Universidad de Cienfuegos”, expresa la joven agradecida de la Revolución cubana y de los profesores, sus padres y la familia en general.

Ubicada en el Bufete Colectivo No. 2 de la Perla del Sur, llevará a la práctica sus conocimientos en el quehacer laboral con el agradecimiento perenne hacia todos los que se esforzaron para convertir en realidad sus sueños.

“Quienes me formaron, me encaminaron y lograron convertirme en esta gran profesional que soy hoy quiero que reciban lo mejor de mí, por siempre”, recalca con palabras emocionadas y gran brillo en sus ojos.

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