Cuba en la pintura de Landaluze
2018-07-12 19:05:52 / web.radiorebelde@icrt.cu / Laura Barrera Jerez
En el caso de muchos de sus exponentes, la pintura colonial en Cuba, adoleció de la representación de las clases más humildes de la sociedad. Aún era muy marcada la influencia de los cánones europeos y por lo tanto, se pintaba fundamentalmente a las personas de mayor rango social, acompañados por la fastuosidad de sus vestidos, sus joyas, sus lujos. Sin embargo, la vertiente costumbrista de esta época, nos presenta la obra de Víctor Patricio de Landaluze, con una visión diferente de la sociedad cubana.
Quizás sea esta la característica de su obra que más sorprende al espectador: las pinturas de Landaluze reflejan tendencias populares a través de un tratamiento respetuoso de las figuras que representa.
En el caso específico de “El Gallero” (Óleo sobre tela; 37 x 28,5 cm) se muestra, al centro de la pintura, un campesino sobre su caballo y en sus manos lleva un gallo con el que quizás haya participado en alguna pelea (peleas de gallos), actividad muy tradicional desde aquella época.
Landaluze no prescinde de la figura del negro, presente en la parte inferior izquierda de la obra. La ubicación de estos dos sujetos sugiere, en cierta medida, un posicionamiento social de acuerdo al color de la piel: aunque el campesino y el negro pertenecen ambos a las capas humildes de la sociedad, el primero está situado a mayor altura que el segundo. Esto le imprime armonía a la obra a través de una sutil contraposición de ambos personajes.
Además, se aprecia un tratamiento del volumen ya que con respecto al marco de referencia el negro, al estar situado en un primer plano, presenta mayor tamaño corporal que el campesino, mientras, en la lejanía, disminuyen los detalles y las dimensiones de los objetos representados (compárese los árboles con la figura humana). Entre las áreas se aprecian diferencias de tono, valor y color, que realzan la espacialidad en la obra.
Este requerimiento estético también se favorece por el hecho de que el camino está delimitado por líneas paralelas convergentes y reflejan un movimiento diagonal, que también rompe con la sensación de estatismo.
Ninguno de estos personajes demuestra inconformidad con su condición social, al contrario, se muestra un ambiente campechano (enriquecido por el paisaje con la exuberante flora cubana distinguida por la Palma Real), donde se omiten las carencias y angustias de la vida rural en aquel período. La pintura de Landaluze se caracterizó, de manera general, por mostrar un «mundo feliz», donde los personajes estaban apartados de la explotación o la sumisión que verdaderamente enfrentaban. No por ello podemos obviar el carácter realista y emotivo que caracterizó a este artista con respecto a sus contemporáneos, aunque sí es preciso identificar el carácter externo y pintoresco de sus obras y la ausencia de críticas explícitas en sus cuadros.
Al representar escenas del tipicismo criollo Landaluze delineó una figura del guajiro cubano. Como diría Jorge Ibarra: «En este período los campesinos eran concebidos dentro de un marco costumbrista, en los que no se recrearían sus sentimientos y visión del mundo, sino solo sus hábitos, rasgos físicos y vestimentas».
Muchos especialistas en el tema, han destacado la obra de Landaluze por su carácter documental. A pesar de haber nacido en España, este pintor se apropió del contexto cubano y decidió utilizarlo como inspiración y pretexto para desarrollar su arte. Aun así, su posición política condicionó esa visión complaciente en sus obras, a pesar de las calamidades que vivía Cuba como colonia. No obstante, tiene el mérito de haber eternizado imágenes de una época lejana, que nos permiten hoy enriquecer nuestras referencias sobre aquellos tiempos.
Fuentes consultadas:
-Juan, A. de 2006: Pintura cubana. Temas y variaciones. Editorial Félix Varela, La Habana.
-Juan, A. de 1974: Pintura y grabados coloniales cubanos. Editorial Pueblo y Educación, La Habana.
-López, O. & García, D. (s/f): Víctor Patricio Landaluze .1830-1889. Colección Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana.