El General Verdecia, aquel guajirito que fue escolta de Fidel

2016-11-30 10:04:43 / web.radiorebelde@icrt.cu / Mireya Ojeda Cabrera

General de Brigada Marcelo Verdecia Perdomo. Foto: Mireya Ojeda Cabrera

Cienfuegos, Cuba.- El General de Brigada (Reserva) Marcelo Verdecia Perdomo, Presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en esta provincia del centro sur rememora el tiempo que acompañó al Comandante en Jefe, Fidel Castro, como su escolta personal.

Tenía 16 años y el cuarto grado de escolaridad en el momento que conoció a Fidel, allá en la Sierra Maestra, donde se encontraba recogiendo café. Dos meses después se incorporó a la Comandancia del Jefe y estuvo siempre junto a él.

Verdecia era un guajiro huérfano desde los 5 años de edad, criado por las abuelas y con su comportamiento se ganó la confianza de Fidel. Se incorporó a la Columna del Che. Tuvo la posibilidad de cargar el fusil del Comandante y llegar a La Habana con él.

Recuerda en su testimonio que cuando triunfó la Revolución, el Primero de enero de 1959, entró con Fidel a Santiago de Cuba y el día 2 salió con la Caravana de la Libertad, que se desvió hacia Cienfuegos.



“Fidel llegó aquí el 6 de enero de 1959, precisamente a hablar con el pueblo cienfueguero, dice en su testimonio, a expresarle el agradecimiento por todo lo que había hecho en apoyo al Ejército Rebelde”.

“Nuestro Comandante, agrega, fue a la antigua instalación de Cayo Loco, hoy Museo Naval y frente al parque Martí, donde se encontraba el Ayuntamiento Asamblea del Poder Popular). Después se trasladó al reparto Punta Gorda y al restaurante Covadonga, de la Paella. Volvió al parque Martí y sostuvo una entrevista de prensa. Se despidió y salió con dirección al poblado villaclareño de La Esperanza”.

“Fidel fue para mí, un maestro, confiesa Verdecia, incluso cuando terminó la Revolución puso, a una compañera de la Universidad para que me diera clases”.

“No ha muerto porque Fidel está en el pueblo. Y el pueblo es Fidel. Creo que F desde el principio nos está educando y a esta nueva generación, los continuadores de esta obra tan linda que se ha hecho. Por lo tanto vive, y no v para Cuba sino para América y el mundo.

Seguro estamos que con el desarrollo de toda esta lucha revolucionaria y la nueva generación, que vamos a ser invencibles” así termina nuestra despedida con el General Verdecia, aquel guajirito escolta de Fidel.