Una nueva ronda de negociaciones buscará este martes en Viena rescatar el acuerdo nuclear de 2015 entre seis potencias mundiales e Irán que Estados Unidos abandonó en el 2018 bajo la presidencia de Donald Trump.

A la cita asisten representantes de Alemania, Rusia, China, el Reino Unido y Francia, la Unión Europea como bloque, la República Islámica y Estados Unidos, pero está previsto que los contactos entre Washington y Teherán tengan lugar a través de intermediarios.

Aunque indirecto, se trata del primer diálogo entre los gobiernos del país persa y de la nación norteña, desde que el demócrata Joe Biden asumiera la presidencia estadounidense en enero y se pronunciara a favor de volver al pacto nuclear.

El llamado Plan de Acción Integral Conjunto fue el fruto de años de arduas negociaciones para evitar que Irán desarrollara armas nucleares y fue firmado cuando el demócrata Barack Obama era el jefe de la Casa Blanca.

Pero el tratado está en peligro de fracasar, después de que Teherán comenzara a incumplir sus compromisos en reacción a las sanciones que le impuso la administración de Donald Trump, quien abandonó el acuerdo en el 2018 e inició una ofensiva económica, política, diplomática y de presiones militares para que Teherán aceptara los términos del magnate.

Con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, sus señales de querer salvar el acuerdo y una espera de dos meses, el resto de las cinco potencias firmantes avanzaron negociaciones, primero el pasado viernes, y ahora este martes, con la Unión Europea (UE) como intermediaria en tanto se coordinara de comisión conjunta que verifica el cumplimiento del tratado.

La UE aseguró que el nuevo encuentro busca identificar medidas para el levantamiento de las sanciones de Estados Unidos contra Irán, y la correspondiente aplicación por la República Islámica de sus compromisos nucleares.

Varios analistas consideran que el primer paso será elaborar una hoja de ruta para conseguir que Washington y Teherán se acerquen de forma simultánea.

El gobierno de Joe Biden envió señales positivas al admitir que para volver al respeto estadounidense del acuerdo, tendrá que levantar las sanciones que están en contradicción con lo estipulado en el pacto, según palabras del emisario estadounidense Rob Malley a la cadena PBS.

Irán no tardó en reaccionar a esas declaraciones, al calificarlas como prometedoras y una posición realista que podría ser el inicio de la corrección de un mal proceso que había llevado a la diplomacia al punto muerto, de acuerdo con valoraciones del portavoz del gobierno, Ali Rabii, en una rueda de prensa en Teherán.

Rabii reiteró que en cuanto las medidas punitivas que asfixian la economía iraní sean levantadas, la República islámica cumplirá con sus obligaciones nucleares, de las que se distanció progresivamente tras la retirada de Estados Unidos del acuerdo, por decisión de Donald Trump.

El portavoz del gobierno iraní afirmó que si en el encuentro de este martes en Viena queda demostrado que la voluntad de Joe Biden de regresar al pacto nuclear es sincera, eso podría ser una buena señal para un mejor futuro para este acuerdo y su implementación final en las próximas semanas.

Para algunos observadores, el intercambio de declaraciones positivas entre Washington y Teherán es un logro importante, porque muestra que las dos partes quieren romper la inercia y el esquema de esperar que sea la otra parte la que ceda.

Otros expertos, como la directora de la política de no proliferación en la Arms Control Association, Kelsey Davenport, piden un primer gesto audaz de Estados Unidos e Irán para impulsar el proceso y demostrar la voluntad política de cada uno.

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