Aunque a las siete de la mañana hace rato es de día, la densa neblina que invade las fértiles tierras de las llanuras del municipio de Calixto García, al oeste de Holguín, impiden ver un metro delante.

Aunque estamos en febrero, los campesinos de la zona aseguran que va a ser un día como de agosto. Pero ni la neblina, ni el anuncio de un día de intenso calor amilanan a los buenos, y los buenos saben muy bien que de nuestros atoros solo se sale trabajando.

Producir más es orden del presente, para tener más alimentos, y exportar más, y así ir solucionando nuestra estrechez económica. Y todo desde ese pedazo de patria que es el municipio, como el escenario real y único para poder alcanzar la soberanía alimentaria.

La conversación que allí sostuvimos con el joven Dixan Zúñiga, integrante de la cooperativa Frank País, no deja margen a las dudas.

“Meterle el pecho, y trabajar de sol a sol, aprovechando el terreno que se tenga es la mejor receta… Cultivo tabaco y tengo de los mejores rendimientos de Cuba, es mi aporte principal a la economía, pero, además, todos los alimentos agrícolas posibles en las casas de cultivo, y en cuanto pedacito de tierra tenga”.

En fin, y queda bien claro, que la producción de más alimentos, y la soberanía alimentaria nacional, tiene un escenario decisivo: las tierras del municipio, y las fuerzas del municipio.

Ahí se decide todo.

Escuche además la versión radial:

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