Peces transgénicos o clonados
Heidy González Cabrera
Colaboradora de Radio Rebelde
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9 de Diciembre del 2009, 1:09 p.m.
La Habana, Cuba.- En los laboratorios del mundo la ciencia trabaja intensamente para lograr animales clonados o peces transgénicos. Mientras, la naturaleza se resiste, o más bien, se defiende de la depredación humana. ¡Vigente contradicción!
Hace mucho tiempo que investigadores del planeta admitieron el peligro de una drástica reducción de las reservas piscícolas del planeta. En los últimos años ha sido alarmante la disminución -a más de la mitad-, en las capturas del bacalao, atún, merluza y lenguado.
Los sofisticados equipamientos de las flotas pesqueras del orbe, no dan tregua a la regeneración de reservas de las especies marinas.
Sombrías perspectivas climatológicas avizoran precipitaciones extremas en invierno, en el centro y norte de Europa y que serán cinco veces mayores que las actuales. Además, se incrementarán las lluvias en Asia y, por si fuera poco, la rápida desintegración de los hielos polares y glaciares subirán el nivel de los mares. Esto, sin añadir los desastres ecológicos ocasionados por los constantes desbordamientos de petróleos frecuentes en los mares.
Teniendo en cuenta la preocupante situación se alertó sobre los riesgos de que los océanos pierdan sus peces en un período de 50 años si no bajan los ritmos de captura. Alrededor de la tercera parte de las reservas marinas del planeta registran un descenso gradual de sus volúmenes de peces. La depredación sistemática y creciente en las aguas de los océanos perjudica la biodiversidad marina y ese declive conducirá a la pérdida total de las especies.
Voces autorizadas denuncian que tal ritmo de agotamiento conduce al fin de las reservas de peces en ese lapso. Expertos de Canadá y de países europeos analizaron datos acumulados para confirmar que determinadas tecnologías de pesca, como la denominada de arrastre, atentan contra la biodiversidad.
Esta advertencia sobre el agotamiento o colapso de los peces marinos implica la muerte del 90% de los ejemplares de varias especies. Urgen medidas para revertir la situación, aunque como un hálito de esperanza los expertos advierten que todavía no es demasiado tarde. |