La
Habana, Cuba.-La erradicación
total del consumo de bromuro de metilo en la agricultura
responde a la prioridad que el Estado cubano da a la
descontaminación del medio ambiente, y forma
parte del programa que prioriza el Instituto de Investigaciones
de Sanidad Vegetal (INISAV).
Su
aplicación en cultivos protegidos, flores
ornamentales, viveros de café, almacenes e instalaciones
industriales en todo el país significan erradicar
importaciones de productos químicos, altamente
dañinos al medio, con su correspondiente efecto
económico.
Según Eduardo Pérez Montesbravo, investigador
titular del INISAV, las tecnologías alternativas
aplicadas incluyen el manejo integrado de plagas, lo
que sistematiza el diagnóstico general de cada
campo, en particular el tratamiento de suelos en tomate,
pimiento, melón, y pepino bajo condiciones protegidas.
También se generalizan las transferencias de
la técnica de injerto y el tratamiento de suelos
con vapor y solarización en flores ornamentales,
que consiste en cubrir el terreno con mantas de polietileno
transparente, explica.
Se
extiende ya el empleo de la biofumigación
y la solarización, además de medios biológicos
como el Trichoderma, el Hebernem y el Bacilus turigiensis,
entre otros productos no agresivos a la capa de ozono
como el Dazomet y el Agrocelone, elaborados en Cuba.
El
especialista del INISAV destacó que actualmente
se exige realizar una adecuada preparación del
terreno para evitar la introducción de agentes
dañinos, tarea en la que están involucrados
investigadores, especialistas, técnicos y productores
a fin de perfeccionar la actividad fitosanitaria en
los sistemas agrícolas de la Isla.
El
aporte científico-técnico al desarrollo
de la sanidad vegetal constituye parte
del
ABC del INISAV, explica el doctor Luis Pérez
Vicente, quien agrega que además de los logros
en el diagnóstico fitosanitario, en el Instituto
se prioriza la introducción y producción
de medios biológicos, la implantación
de programas de manejo integrado de plagas y el monitoreo
de la calidad y residuos de plaguicidas.
Con
más de 30 años de fundado, el INISAV,
continúa aportando resultados a la agricultura
cubana y se ha convertido en el soporte científico-técnico
y metodológico del Servicio Estatal de Sanidad
Vegetal. Son beneficiados con sus resultados los agricultores
asociados a las diferentes formas y tipos de producción
agraria.
Sus
objetivos se centran en contribuir a la prevención
y disminución de pérdidas por plagas
con el menor riesgo posible al ambiente, sobre una
base sostenible.
Con
un colectivo altamente calificado, en el que prevalece
la juventud, atienden diferentes líneas relacionadas
con la biología, los bioplaguicidas, microbiología,
química, expansionismo
agrícola, control de plagas y otras actividades
científicas.
Creado
el 15 de diciembre de 1976, mantiene un vínculo
directo con la producción agraria a través
de la ejecución de investigaciones conjuntas
con los laboratorios provinciales de sanidad vegetal,
el desarrollo de tecnologías y apoyo metodológico
a la producción de medios biológicos
en los Centros de Reproducción de Entomófagos
y Entomopatógenos (CREE) y en las plantas de
bioplaguicidas del país.
Como
institución ha consolidado su imagen internacional
a partir de la transferencia de resultados en la región
de Latinoamérica y el Caribe. |