La tormenta Fay reabasteció los embalses
Fernando Dávalos
Colaborador de Rebelde
19 de agosto de 2008, 12:35 p.m.
La Habana, Cuba.- Los agricultores de las provincias occidentales de Matanzas. La Habana y Pinar del Río, incluyendo a los de la capital del país, despidieron ayer a la tormenta Fay en su salida al mar por la zona de Varadero con indiferencia, porque sus lluvias no llegaron a humedecer las tierras de estas tres provincias, que tienen en lo adelante y de inmediato grandes siembras de vegetales y otros alimentos, para lo cual las precipitaciones meteorológicas del fenómeno tropical habrían sido estratégicas para preparar el terreno.
Se trata del programa agrícola de frío (segundo semestre), de aquí y del resto centro-oriental de Cuba, donde sí llovió y todavía seguía cayendo agua ayer gracias a la saga de Fay, y cuyos movimientos de tierra en el país son los mayores del año, sobre todo cuando la producción de alimentos se requiere incrementar por sus altos precios y para sustituir importaciones.
Se dice que es una siembra vegetalera porque aprovecha sus temperaturas invernales en esos cultivos, que también benefician a las viandas, granos, los pastos ganaderos productores de leche y carne, y hasta la caña de azúcar en todo el país, y al famoso tabaco negro pinareño, que es la materia prima de los supremos habanos torcidos que fabrica Cuba y el mundo demanda.
Corrían los fines del llamado “veranillo de San Juan”, que empieza en los finales de junio y abarca un buen pedazo del verano caliente de la Isla, en el que menguan las labores de la agricultura pero que en algunos renglones agrícolas empieza a moverse “el frío” (a preparar tierras y semilleros), y en eso se aparece la tormenta tropical Fay, con vientos de baja intensidad pero con agua en su patrón nuboso, y amenazando a Cuba por el oriente cercano.
Las entidades meteorológicas elevaron sus alertas y la Defensa Civil hizo otro tanto, y las entidades locales y la población nos preparamos para las lluvias peligrosas, que afortunadamente no lo fueron tanto, aunque hubo mucha agua en ríos y arroyo de las zonas central y de montaña.
Pronto la gente de la calle empezó a decir que no fue inútil la movilización ante Fay, que podría haber sido violenta, y “nos cogió” bien preparados, y listos para aprovechar sus lluvias en la agricultura, en el recargue de presas y en la limpieza del polvo atmosférico que llega del desierto del Sahara.
Los criollos residentes en los dos tercios orientales del archipiélago cubano, que recibieron más precipitaciones arrastradas por la tormenta Fay, podrán ahora de decirle el hasta luego al “veranillo de San Juan” y ponerse a alistar tierra para la siembra de frío, que ya prepara los campos y tiene cosechas mayores. |