La Habana, Cuba.- El programa energético en la Agricultura no solo incluye la reducción del consumo de portadores energéticos; el agua constituye un elemento esencial a considerar, afirmó a esta reportera el ingeniero Rubén Gómez, viceministro cubano del ramo.

"Agua malgastada es energía perdida, líquido que hay que rebombear, combustible empleado innecesariamente, tiempo no aprovechado, recursos no utilizados".

"En este sentido ya se trabaja. Los sistemas de riego son uno de los aspectos a tener en cuenta. Hablamos de máquinas más eficientes, menos consumidoras y que brindan mejores condiciones para el aprovechamiento del área".

En 1990 el Ministerio de la Agricultura cubana consumía más de quinientas veintiséis mil toneladas de diesel. El impacto del Período Especial, el derrumbe del muro de Berlín y el desmoronamiento de la URSS, así como un bloqueo económico, comercial y financiero cada vez más férreo, impuesto desde Norteamérica, se unen a la crisis energética mundial para precisar nuevas visiones frente al uso de la energía.

"Hemos adoptado medidas y hoy la cifra de consumo, solo de ese portador, se  redujo 3.2 veces. En el riego, vital para el desarrollo de las plantaciones, también se emplea combustible".

Desde hace unos años el sector se esfuerza por incrementar la eficiencia del riego agrícola. En la actualidad unas treinta y siete caballerías se encuentran bajo estos sistemas y constituyen solo uno de los programas ministeriales para apoyar el desarrollo agrícola sostenible, vital para los cubanos conscientes que utilizar solo los portadores energéticos necesarios aseguran la estrategia nacional por la supervivencia del hombre.