La Habana, Cuba.- Los cultivadores particulares de tabaco negro de la provincia occidental cubana de Pinar del Río, proclamada y verificada cuna de las mejores hojas de esta solanácea aromática, que es la materia prima de los habanos, el mejor tabaco torcido del mundo, en estos finales de mayo cierran las cuentas del veguerío, con la seguridad de que la campaña agrícola terminada garantizará, en su momento, la calidad excepcional de estos gustados puros, que mantienen su liderazgo en el muy competitivo mercado internacional. La finalizada cosecha, prácticamente colectada, sufre ahora su proceso clave de curación.

Otras provincias de Cuba también finalmente han recolectado sus campos de tabaco,    pero en la de Vuelta Abajo, la excelente calidad de la hoja se debe en las características físicas y únicas de sus tierras, que son areno-arcillosas y un poco más frías, y en seguir  en ellas las atenciones semi-naturistas a los campos tabacaleros, cuya eficiencia se mide siempre hoja por hoja, con una disciplina técnica muy respetada por los cosecheros y sus familias.

Estas son las condicionantes que determinan seguidamente la confección con todo cuidado y a mano de los tabacos torcidos, que se han preparado siempre en  fábricas de La Habana, algunas de la colonia, razón para validar su nombre de habanos.

La carpeta comercial de la Corporación Habanos S.A., la distribuidora internacional del tabaco cubano, y el Grupo empresarial Tabacuba, se identifican universalmente en sus 34 marcas, con más de 240 formatos, las que incluyen a Cohiba, Montecristo, Romeo y Julieta, Partagás, Hoyo de Monterrey, Quintero, H. Upmann, Punch, San Cristóbal de La Habana, Trinidad, Cuaba, Vegueros y Vegas Robaina. La entidad opera 96 selectas Casas del Habano en el mundo y en el mercado interno de Cuba se consolida una red propia con 133 de estos establecimientos, que este año abrirá 37 comercios similares.

Solo el rigor técnico de la agricultura tabacalera pinareña de primerísima calidad, su meticulosa maduración y escogida, y una industria muy manualizada, puede garantizar el puro que continúa en la preferencia mundial del fumador, a excepción del cliente norteamericano, otrora destinatario de las vitolas supremas del habano y que en la actualidad tiene prohibida su adquisición por el Gobierno de Washington, debido a su obsesivo bloqueo contra Cuba, que data casi de medio siglo. Quizás se entere por trasmanos que el desarrollo tabacalero cubano presentó hace poco al mercado mundial el Epicure Especial de Hoyo de Monterrey y el Magnun 50 de H.Upmann, el primero con una hoja cultivada en el municipio pinareño de San Juan y Martínez, y el segundo, dentro de una exitosa marca establecida en 1844, y que tiene seguidores en el orbe… y en los EE.UU.

El empeño comercial, parejo a estas agricultura e industria exquisitas, reconoce que si bien los habanos de la marca Montecristo han sido hasta hoy los más vendidos en el mundo, actualmente la línea de los Cohiba la superó, en medio de un lapso en que Habanos S.A. consolidó su posición de líder mundial en el mercado de estos puros Premium (hechos a mano), al lograr ventas por 402 MM USD al cierre del 2007, con un crecimiento del 8 por ciento en la etapa, de acuerdo a lo que informó a la prensa, hace varias semanas, Manuel García, vicepresidente de la Corporación.

Las metas de Cuba continúan en su afán de consolidar la “cultura del habano”, pero sin descuidar su singular liderazgo, tradicional, entre los fumadores del mundo entero.