El malecón de Cienfuegos
8 de Junio de 2009, 11:29 a.m.

Cienfuegos, Cuba.- La Perla del Sur embellece su entorno con un largo paseo adornado de cocoteros junto a las apacibles aguas de la bahía de Jagua. El malecón que tantos recuerdos gratos trae a los enamorados y el sitio privilegiado para los cienfuegueros y los visitantes cubanos y extranjeros.

Todos nos hemos sentado en sus muros a dialogar y a disfrutar del bello paisaje marino, de día y de noche. A observar a los pescadores, a los barcos, a los deportistas, a las lanchas de competencias  y hasta  los delfines y demás peces que de vez en cuando se dejan ver en el litoral.

Para los cienfuegueros es un sano orgullo contar con el malecón y realizar  largas caminatas. A toda hora muchas personas ocupa el espacio y otras transitan por la avenida con la vista fija en la extraordinaria belleza de las aguas azules y limpias.

Cuentan que la zona comenzó a rellenarse a partir de material dragado del puerto y lo que fue una laguna nombrada Marsillán  cambió por el año 1920 y a la vez construyeron residencias lujosas e importantes instalaciones sociales en Punta Gorda, como el antiguo Yacht Club (Club Cienfuegos)

Se dice que los primeros vehículos de la época viajaron por esta calle principal buscando el extremo sur, con las playas.

Muros del malecón, testigos de maratones y demás carreras, como juegos juveniles, copas de canoa y remos y el Gran Prix La Isla Grande, de la Federación Internacional de Motonáutica que durante los últimos años escogió la bahía de Cienfuegos, como una de las mejores pistas acuáticas de Centroamérica y el Caribe.

En la temporada ciclónica hemos visto los muros tapados por las grandes olas y las inundaciones de las lluvias y tras la calma viene la recuperación y continuamos disfrutando de la doble vía, de las luminarias y de las palmeras y del encanto del panorama marino en el centro y sur de la Mayor de las Antillas.